Singapur, la capital asiática del expatriado
Segura y con corrupción cero, la urbe-Estado es una isla de ejecutivos y capital.
Sillones de masaje, burbujas de oxigenación e hidratación, gimnasio, orquídeas naturales como principal elemento decorativo, un área para fumadores al aire libre en un jardín de girasoles... Podría tratarse de un nuevo centro dedicado al bienestar. Pero no lo es. Se trata de una mínima parte del aeropuerto de Singapur, uno de los mejores del mundo y perfecta antesala de esta ciudad-Estado al sur de Malasia. Para muchos españoles, este aeropuerto es el único contacto con Singapur, porque hacer escala en él es casi obligado para acceder a muchos destinos de Asia. Sin embargo, para cerca de medio millón de profesionales de todo el mundo, esta isla de menos de 700 kilómetros cuadrados es su casa.
De los cerca de 4,5 millones de habitantes que tiene, el 10% es un variopinto universo de expatriados, muchos de ellos profesionales de las finanzas que trabajan en el centenar largo de bancos internacionales con presencia en Singapur. BBVA es el único representante español en esta plaza y Juan Carlos Martín, uno de los escasos españoles desplazados en esta ciudad que ya ha consolidado el sobrenombre de la Suiza asiática.
A Martín, que trabaja en la sucursal que BBVA tiene en la Plaza Raffles, en pleno centro financiero, una de las cosas que más le llamó la atención nada más llegar, hace ahora quince meses, fue 'su imponente aeropuerto, que te hace percibir la excelencia con la que este país acostumbra a hacer las cosas'. Y de su estancia allí destaca el hecho de que 'las posibilidades de aprendizaje y desarrollo profesional no acaban nunca'.
El 10% de la población es extranjera
Si como expatriado se puede mantener en el país un alto nivel de calidad de vida y un óptimo crecimiento laboral, no menos interesante resulta como refugio para el ahorro. El ambiente de seguridad que se vive en las calles de Singapur -labrado a través de un durísimo sistema de sanciones en el que hasta mascar chicle por la calle o tirar un papel conlleva altas multas- y la ausencia de corrupción -es uno de los países en cabeza de las listas más populares de transparencia-, han logrado atraer a personas y capital de todo el mundo.
También cuenta con un sistema fiscal atractivo. Aunque no puede hablarse de fiscalidad cero, es todo un búnker para el secreto bancario y tiene interesantes exenciones. Por todo ello, como recuerda Ramón Mullerat, socio de PricewaterhouseCoopers responsable de Fiscalidad Internacional, el país tiene la consideración legal de paraíso fiscal para España, algo que ya no es Suiza.
A 31 de diciembre de 2006, el patrimonio gestionado por las entidades financieras instaladas en Singapur alcanzó los 424.000 millones de euros. Según la autoridad monetaria del país, de este total, el 84% viene de fuera. En concreto, el 35% de EE UU y Europa. Entre gestores de carteras, analistas y traders hay unos 1.800 profesionales y cada año, en este sector aumenta el empleo sobre un 23%. Sólo uno de cada tres trabaja en entidades locales.
Según el ranking mundial de calidad de vida que elabora Mercer, Singapur está en la línea de ciudades como París y Tokio, en concreto en el puesto 34 (por encima de Madrid y Barcelona) de un total de 215. Tantas bondades tienen un precio, aunque no muy elevado. Siguiendo los datos de Mercer, el coste de la vida en Singapur no es de los más caros, pero tampoco de los más baratos y ocupa un puesto 14 en un ranking de 31, en línea con ciudades como París y Nueva York.
Por poner un ejemplo, el alquiler de un apartamento de dos habitaciones es de unos 2.300 euros, pero un menú de comida rápida sale por menos de 3 euros. Pero claro, los sueldos tampoco son para echar cohetes -salvo que se resida como expatriado y se haya negociado un buen traslado-. Un director financiero local cobra algo menos de 140.000 euros entre fijo y variable.
Competencia de Dubai
Dubai está intentando competir con Singapur para quitarle su lugar de privilegio financiero en la zona. Una de sus últimas batallas fue la pugna de ambos Estados por hacerse con la participación que el Nasdaq tiene en la Bolsa de Londres. Venció Dubai.
Tributación: Los pros y los contras de instalarse en un paraíso
Un empresario español que se plantee invertir en Singapur, explica Ramón Mullerat de PwC, pagará unos 150 euros por la constitución de una filial (en España sería el 1% del capital social más la prima de emisión). La repatriación del beneficio mediante reparto de dividendos por la filial no llevan retención en Singapur. Pero el pago de intereses sí (15%).Sobre los beneficios generados en Singapur se pagará un 18%. Los generados fuera no tributan hasta su repatriación e, incluso, algunos podrían estar exentos (con requisitos), como los dividendos recibidos por una sociedad de Singapur de sus filiales extranjeras. Además, las ganancias de capital relacionadas con la actividad económica se excluyen de tributación.Los directivos expatriados en Singapur pagará el 17%, con exención de las rentas de fuente extranjera.Sobre todo esto planea el hecho de que Singapur es para España un paraíso fiscal. Esto hace que, por ejemplo, los dividendos distribuidos por una sociedad de Singapur a una sociedad española ya no disfruten de exención. Es más, según Mullerat, España podría hacer tributar al inversor español por algunas rentas obtenidas por la filial (por ejemplo, los dividendos) desde el momento en que se generan, con independencia de su repatriación.De cara al expatriado, el estar en un paraíso fiscal puede hacer que para España siga siendo residente fiscal durante el año de traslado y los cuatro siguientes.
Ocio: Compras, cócteles y cangrejo con chili
La oferta para ir de tiendas en Singapur es abrumadora. El punto neurálgico es Orchard Road. Pero Little India en Serangoon Road, China Town y Bugis Street, bien merecen un paseo. El horario comercial es de 10 de la mañana a 10 de la noche, pero el Mustafa Center de Little India abre 24 horas todo el año. La electrónica es su punto fuerte.Para hacer un alto en el camino, es perfecto tomar un Singapore Sling. Se trata del cóctel de Singapur, con más de 90 años de historia y un suave gusto a cereza. Se puede tomar en muchos lugares, pero el originario es el Long Bar del Raffles Hotel en Beach Road (www. singapore-raffles.raffles. com). Ir a comer cangrejo con chili en la Costa Este es todo un tópico del turismo. Un paseo en barco por Marina Bay, la visita a alguno de los parques naturales como el de Bukit Timah y un safari nocturno en el zoo hacen el resto. Eso sí, quien busque playa, que se olvide. Las hileras de buques de gran tonelaje que atraen tanto el inmenso puerto de Singapur como su gigantesca refinería impiden ver la línea del horizonte. Pero a escasas horas en avión están todos los paraísos de Asia y del Pacífico que uno pueda imaginar.