Superar las islas de información en la empresa
Serge Novaretti, un experto de la IDABC, la agencia de la Comisión Europea encargada de promover la sociedad de la información, afirmaba en Gijón durante un encuentro organizado por el consorcio W3C que el mayor desafío actual para la Administración electrónica en Europa no eran ni el desarrollo de los servicios ni el mayor o menor grado de aceptación de estos servicios por parte de los ciudadanos, sino la necesidad de una mayor interoperabilidad entre las Administraciones europeas.
De hecho, la Unión Europea, a través de la Dirección General de la Sociedad de la Información, está impulsando un programa marco para la difusión de las mejores prácticas o modelos entre los Estados miembros. Y hay casos españoles excepcionales. Uno de estos ejemplos es el de la Agencia Tributaria, con proyectos galardonados por la Unión Europea, como el intercambio de información fiscal con Administraciones autonómicas y locales a petición del ciudadano para evitar tener que presentar certificados.
Es más, la UE ha creado el eGovInterop Observatory, un observatorio específico sobre interoperabilidad, para superar esas 'islas de información', una buena metáfora que ilustra la importancia de la comunicación y la compatibilidad entre los sistemas e infraestructuras informáticas. El motivo es que la mejora en la interoperabilidad permitirá desplegar servicios que aumenten la competitividad de las empresas y mejoren la vida de los ciudadanos en general. Europa considera prioritario aquellos relacionados con impuestos, permisos y licencias, patentes y seguros sanitarios.
En España, el Gobierno ya ha expresado su intención de que los ciudadanos dejen de tener que presentar el DNI cada vez que realizan un trámite con la Administración, porque en realidad, ya tiene esa información. Sin duda, será un auténtico cambio cultural en los trámites burocráticos.
Sin embargo, estos cambios derivados de la mejora en la interoperabilidad no sólo tendrán un efecto en los ciudadanos respecto a la forma de relacionarse con las Administraciones públicas. El cambio en las empresas será incluso de mayor envergadura. En la actualidad, las empresas españolas necesitan mejorar su competitividad y productividad para hacer frente a países emergentes con costes laborales mucho más bajos. A menudo se suele hablar de la necesidad de aumentar la inversión en I+D para poder competir, especialmente en nuevas tecnologías capaces de ofrecer diferenciación y ventajas competitivas. Pero lo cierto es que la tipología del tejido empresarial español, formado en más de un 95% por pequeñas y medianas empresas, tiene una capacidad de inversión limitada. Por este motivo, hay que lograr la máxima eficiencia en la inversión, sobre todo en tecnologías de la información.
Ya hay disponibles tecnologías capaces de maximizar esa inversión gracias a un nuevo modelo de diseño de los sistemas informáticos. Y es que una de las claves de la innovación está en la optimización de estos sistemas, vitales hoy en día para el funcionamiento de cualquier empresa. Sin embargo, las condiciones de intensa competitividad en el mercado exigen una flexibilidad que estos sistemas no tienen en la actualidad.
Gracias a la interoperabilidad que ofrecen las nuevas arquitecturas informáticas orientadas a servicios las empresas pueden obtener esa flexibilidad. Se incorporan así procesos y nuevas aplicaciones necesarias para que, por ejemplo, una compañía de seguros pueda agregar los datos de las distintas pólizas que tenga una familia, y hacerle una oferta personalizada. Además, se reutiliza la tecnología disponible en los sistemas más antiguos y se integran los datos dispersos en islas de información. Esta fórmula da valor a un activo infrautilizado. Por tanto, la innovación empresarial también es posible con una inversión ajustada.
El respaldo de la Unión Europea a la interoperabilidad de Administraciones y empresas se renovará a lo largo de este año, cuando el IDABC revise el actual Marco Europeo de Interoperabilidad, con una comunicación oficial al Consejo y al Parlamentos europeos. No hay que desaprovechar la oportunidad, porque la tecnología ya está aquí para hacer posible una nueva era de servicios.
Alejandro Lafarga. Director general de Software AG España y Portugal