El PIB de la UE se puede resentir en 2008 por la crisis hipotecaria
El comisario de Asuntos Económicos de la UE, Joaquín Almunia, aseguró ayer que la crisis hipotecaria de EE UU no tendrá efecto sobre la economía europea a lo largo de 2007. Sin embargo, el comisario no descartó que podría suponer unas décimas sobre las cuentas del próximo año.
El crecimiento de la economía europea está basado sobre sólidos pilares. El discurso del comisario de Economía y Asuntos Económicos de la Unión Europea, Joaquín Almunia, versó sobre esta idea para dejar claro que se mantienen las previsiones de crecimiento para este año, tras el fuerte crecimiento del PIB en los dos primeros trimestres (3,1% y 2,5% en la zona euro y 3,3% y 2,8% para la UE-27) y que en ningún caso la crisis hipotecaria en EE UU va a afectar a la actividad económica europea.
En su intervención en el Foro Nueva Economía, Almunia no descartó que la crisis de liquidez sí pueda afectar al crecimiento de 2008, aunque, en caso de que así ocurriera, 'apenas supondrán unas décimas de crecimiento'. En su opinión, el principal problema que se puede plantear a corto plazo no es el endurecimiento del crédito, sino la pérdida de confianza de los inversores. 'Si se produce este fenómeno se podrían alimentar tensiones intervencionistas poco deseables', apuntó en clara referencia a las posibles presiones que podría estar recibiendo el Banco Central Europeo para no tocar el precio del dinero en su próxima reunión del día 6. 'Si los inversores confían en las políticas comunitarias, mantienen un respecto por el trabajo del BCE y se despejan algunas incertidumbres, estas turbulencias nos servirá como lección para no repetir errores y no como el punto que marque el fin del crecimiento económico', señaló.
A su juicio, nadie debe presionar al BCE, ya que si se siente presionado, 'dará muestras de que realmente es independiente', insinuando que la presión podría llevar al presidente del banco central, Jean-Claude Trichet, a subir los tipos en contra del consenso de los analistas.
Entre los grandes retos pendientes para el gobierno comunitario, Almunia señaló la lucha contra el cambio climático, la adaptación de un mercado interior a un mundo cada vez más globalizado y reformar algunos objetivos de la Agenda de Lisboa en materia de productividad y formación.
España debe apostar por mantener el superávit
En su análisis sobre el futuro a corto plazo de la economía española, Almunia afirmó la dificultad de hacer previsiones en un año electoral, aunque sostuvo que debe mantener las políticas presupuestarias que se han mostrado eficaces en los últimos años. 'El superávit presupuestario no es un lujo, es una necesidad', apuntó. El comisario europeo afirmó que sería un error llevar políticas procíclicas, en las que se elevara el gasto público y se redujera el pago de impuestos.Para Almunia, España debe reorientar su política económica para que mejore la productividad de la actividad económica, que mejore la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) y la educación. 'Son imperativos para que España disfrute de un ciclo económico de crecimiento como el que ha mantenido desde 1995', concluyó.