Un goteo continuo
Ya son nueve los fondos de inversión españoles que admiten disponer de una parte de su patrimonio contaminada por la crisis hipotecaria norteamericana. Ayer se sumaron cuatro nuevas instituciones, tras la petición de información de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y todo parece indicar que en próximas jornadas aflorarán más damnificados. La magnitud del daño no es en absoluto preocupante, puesto que los porcentajes de patrimonio en riesgo son muy limitados, y se diluirán entre los partícipes. Pero por el rigor de la gestión y la transparencia, que son dos de los pilares de la confianza imprescindible para que funcionen los mercados financieros, los gestores de los fondos afectados deben comunicar cada detalle de sus inversiones arriesgadas, admitir el error en la elección de los activos y asumir la pérdida como algo innato a la naturaleza de los mercados.