Pizarro admite que el apagón se habría mitigado con más infraestructura
Endesa inspeccionó cuatro veces este año el cable que cayó, la última de ellas nueve semanas antes del apagón del 23 de julio.
En una comparecencia sin precedentes en el Parlamento catalán, el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, y el de Red Eléctrica (REE), Luis Atienza, repitieron los argumentos de las últimas semanas, culpándose mutuamente de las causas del apagón de Barcelona del 23 de julio. El primero en comparecer ante la Diputación Permanente en la tarde de ayer fue Manuel Pizarro, que aportó un aluvión de datos sobre las inversiones del grupo en Cataluña, que se situaron en los 498 millones en 2006.
El máximo responsable de Endesa indicó que el presupuesto total invertido alcanza los 5.229 millones de euros en el periodo 2002-2007, un ritmo que duplica el del sector. Además, Pizarro destacó que la compañía ha aprobado un plan que destinará otros 3.375 millones con el horizonte en 2010. Endesa construirá dos centrales de ciclo combinado en la zona de Besós, con un total de 800 megavatios, más otros 46 hidráulicos. Sin embargo, el presidente del grupo eléctrico explicó que, este esfuerzo no se compensa a niveles de rentabilidad. Así, Pizarro aseguró que la eléctrica invierte el 40% del total de distribución en Cataluña, pero sólo genera el 22% del beneficio. En cuanto a la facturación, el nivel se acerca más a la inversión, contabilizando un 36% de los ingresos.
Toda esta argumentación sirvió para concretar el 'compromiso' de Endesa con Cataluña, y para justificar que la empresa ha tenido que retrasar 'no por voluntad propia' hasta el 2010 la conclusión del Plan Tramuntana, elaborado en 2004 para instalar 40 subestaciones en toda Cataluña, de las que están finalizadas sólo 20, matizó Pizarro. En Barcelona está en construcción una y faltan otras tres.
Manuel Pizarro reconoció que sí repasó la concatenación de hechos de la madrugada del lunes 23 de julio, cuando a las 11.53 minutos se produjo un apagón que dejó sin suministro eléctrico a 323.000 abonados. Pizarro pormenorizó la relación de las cuatro revisiones de mantenimiento del cable de su propiedad que cayó sobre la subestación de Collblanc el día del apagón, realizadas entre el 5 de marzo y el 17 de mayo, más de nueve semanas antes del apagón. Sin embargo, no aclaró las causas concretas de la caída del cable de 110 kilovoltios.
En cambio, dejó entrever que la culpa era de la empresa que preside Luis Atienza, 'puesto que no existía sobrecarga' en el cable que cayó encima de la subestación de Collblanc (la potencia utilizada en el momento del accidente era de 260 amperios, cuando la capacidad es de 500 amperios) y en cambio, 'hubo una serie de incidentes previos', con un total de '60 desconexiones', que serían responsabilidad de REE. En las horas anteriores inmediatas al apagón, Fecsa Endesa tuvo conocimiento de 'hasta 11 disparos' (desconexiones) en la misma línea. De forma simultánea, Pizarro relató que se produjo otro incidente similar al de Collblanc en la otra punta de la capital catalana.
Por si fuera poco, el presidente de Endesa señaló que un mes antes se registraron dos incidentes en las líneas de 220 kilovoltios (propiedad de REE) que debilitaron la red en Barcelona. Este conjunto de incidencias, no explica el sucesivo fallo de subestaciones, indicó Pizarro, que fue preciso al señalar que 'si hubiera sido un problema de Fecsa Endesa el problema se hubiera reducido a 40.000 abonados, que se hubieran conectado en 10 minutos', y añadió que Fecsa no tiene a día de hoy ninguna instalación dañada'. Al final de su intervención ante los representantes de los partidos políticos catalanes, Pizarro aseguró que la eléctrica 'está dispuesta a asumir todas sus responsabilidades, pero con la misma claridad debo decir que no las asumiremos si no son nuestras'. Para concluir, aportó datos sobre las solicitudes de compensaciones por parte de los clientes, que alcanzan las 8.000, más otras 7.000 en tramitación.
Por su parte, Luis Atienza fue categórico al señalar que el cable de Fecsa Endesa se cayó por falta de mantenimiento y no por sobrecargas en la red. El presidente ejecutivo de la compañía también insistió en la teoría desarrollada en las últimas semanas sobre que el escaso mallado de la red de distribución de Fecsa en Barcelona impidió el suministro desde otra subestación a los abonados que dependían de las instalaciones quemadas de Maragall.
En cambio, Atienza criticó por primera vez el proceso de compra realizado en 2003 de la red de transporte que conservaba Endesa. Esta operación supuso la comprobación de que las protecciones de las subestaciones (la que originó el apagón fue una de las que asumió REE) 'estaban en un estado lamentable', y que no pudo iniciar las inversiones de renovación del 90% de las instalaciones hasta hace un año.
Finalmente, Atienza reflexionó sobre la necesidad de negociar con la Generalitat y Fecsa una 'mayor planificación' para evitar futuros problemas similares en la red.
'Las vibraciones y sobretensiones provocaron 60 desconexiones'
¦bull; 'El cable sufrió una serie de calentamientos, vibraciones y sobretensiones con hasta 60 desconexiones'.¦bull; 'Las líneas soportaron dos cortocircuitos, una situación que no ocurre en 3,6 millones de años'.¦bull; 'Las cajas de puesta en tierra de la subestación de Maragall (de REE) que se incendió no estaban en las condiciones adecuadas'.¦bull; 'Las aportaciones totales destinadas al Fórum de las Culturas (evento celebrado en Barcelona en 2004, organizado por el ayuntamiento) alcanzaron los 15 millones, que incluyen un pago extra final de seis millones'.
'Los cables no se caen si cuentan con un buen mantenimiento'
¦bull; 'Los cables no se caen si están bien mantenidos. Una torre puede caer con un viento huracanado de 160 kilómetros, y nada más'.¦bull; 'La caída del cable provocó tres cortocircuitos y no dos. El tercero fue el que derivó a las otras subestaciones'.¦bull; 'La configuración de la red de distribución está poco mallada y no permite conectar suficiente otras subestaciones'.¦bull; 'Red Eléctrica ha quintuplicado sus inversiones en Cataluña durante el último trienio 2005-2007, pasando de un presupuesto modesto de 30 millones en el anterior plan entre 2002 y 2004 a los 112 millones del actual'.