El avance del PIB acusa ya el menor tirón de la demanda interna
Según el avance del Banco de España, el PIB español creció un 4% en el segundo trimestre, una décima menos que en el primero. La primera moderación en cuatro años se debió a la ligera ralentización del consumo privado y la construcción.
La actividad económica española sigue gozando de un vigor envidiable para los grandes países europeos, aunque la fase de crecimiento podría haber tocado techo. Según el Banco de España, el producto interior bruto creció en el segundo trimestre un 4%, una décima menos que entre enero y marzo. Se trataría así de la primera desaceleración de la actividad en casi cuatro años.
El informe trimestral publicado ayer por el organismo regulador señala a la ligera moderación de la demanda interna como responsable de dicha moderación: habría crecido un 4,7%, una décima menos que hasta abril, en tanto que la actividad exterior siguió restando siete décimas al crecimiento.
En cualquiera de los casos, habrá que esperar al 14 de este mes para conocer el avance de contabilidad nacional publicado por el Instituto Nacional de Estadística, pues ya en el primer trimestre el Banco de España apostó por un 4% y el INE lo corrigió elevando el crecimiento oficial al 4,1%.
Hacia el 'reequilibrio'
Esa posible desaceleración se ve matizada por el hecho de que el segundo de 2007 sería el segundo mejor trimestre, en términos de crecimiento, desde hace seis años. Por eso el Banco de España sigue hablando de 'notable dinamismo' de la economía, al tiempo que se sigue 'avanzando hacia el reequilibrio'. Así, habría continuado la suave desaceleración del consumo privado y de la construcción, mientras la inversión en bienes de equipo permanece en niveles acelerados del 11%.
Las familias han sido los agentes más afectados hasta ahora por la subida de tipos de interés. Prueba de ello es la desaceleración del endeudamiento del conjunto de los hogares, que creció sólo un 16% interanual, dos puntos y medio menos que en el primer trimestre.
La moderación más acusada se produjo en la inversión residencial, como consecuencia de las 'menores expectativas de revalorización' de la vivienda y el aumento del coste de financiación. En cambio, la inversión empresarial se mantiene dinámica, por el 'buen contexto internacional, elevados beneficios y favorables perspectivas sobre la actividad interna, sin que se aprecien efectos significativos del encarecimiento de la financiación sobre los planes de inversión y de contratación de las empresas'.
El Banco de España espera que el superávit presupuestario supere el 1% del PIB, objetivo del último Programa de Estabilidad, gracias a crecimientos de los ingresos 'muy superiores a lo presupuestado'. Esa mayor holgura debe, según el organismo, 'aumentar el margen de maniobra en circunstancias menos favorables que las actuales.
Menor competitividad exportadora
El informe del Banco de España revela un mantenimiento de las relaciones comerciales netas en el segundo trimestre, con una aportación negativa al crecimiento de siete décimas. Sin embargo, tanto las exportaciones como las importaciones se habrían moderado, creciendo en el entorno del 5% y el 6%, respectivamente. El organismo destaca que las ventas extracomunitarias 'volvieron a registrar crecimientos muy inferiores a los de 2006, sobre todo a Estados Unidos y Japón, lo que podría reflejar la apreciación del tipo de campo'.También ayer, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio publicó el índice de tendencia de competitividad de las exportaciones (ITC) correspondiente al segundo trimestre, que denota una progresiva pérdida de posiciones. Atendiendo al criterio de índices de precios de consumo, el ITC respecto a la zona euro aumentó un 0,6%, lo que representa una pérdida de competitividad que se debe de forma exclusiva al persistente diferencial de inflación, situado en seis décimas en el mes de julio. Respecto al conjunto de países de la OCDE (las 30 economías más desarrolladas), el ITC aumentó un 0,7% interanual. Tres de esas décimas se debieron al aumento relativo de los precios españoles, mientras que los otros cuatro son achacables a la apreciación del euro frente a monedas como el dólar. Desde que se empezó a elaborar el índice, en 2002, se ha registrado una permanente pérdida de competitividad-precio frente al conjunto de la OCDE.
Caídas de 0,14% anual
Productividad por sectores. El boletín del Banco de España analiza la evolución de la productividad en el ámbito de la empresa en el periodo 1996-2003 y concluye que decreció un 0,14% anual de media en España. Sin embargo, la evolución es muy dispar según sectores: mientras que la industria contribuyó con crecimientos del 0,53% anual, servicios cayó un 0,24% y construcción un 0,64%.Productividad por tamaño. El informe analiza también la productividad según el tamaño y la edad de las empresas. Concluye que las ya establecidas son más productivas (1,29%) que las recién llegadas (-0,76%). Y que a mayor número de empleados, más productivas. Así, en el caso de las empresas ya establecidas, en las mayores de 20 empleados su productividad crece en un 1,09%, mientras que las de menos lo hacen a un 0,2%. El peso de los salarios. Un segundo informe de la entidad supervisora persigue explicar por qué los salarios han perdido peso en el reparto de la renta en todos los países de la zona euro en los últimos años.Sin embargo, empieza matizando que no ha descendido por igual. Mientras que ha disminuido especialmente en países como Alemania, Italia y Austria, (nueve puntos), en otros como España ha sido menor (dos puntos).El estudio defiende que el cambio en el reparto de la tarta se debe a cuestiones estructurales, y no coyunturales y apunta a tres causas principales: el crecimiento de determinadas actividades, en especial servicios, con menor participación de los salarios; el progreso tecnológico intensivo en capital y unos mercados laborales más flexibles.