La operadora española crea cuatro aéreas independientes bajo la marca de Integria
Renfe da un nuevo paso adelante en su política de dotar de autonomía a sus aéreas de negocio. El turno es de lo que ha dado en denominarse la 'división industrial' que comercializa productos y servicios bajo la marca Integria. En el nuevo modelo se crean cuatro áreas que se especializan cada una en un tipo de actividad y de cliente. Se abandona el anterior esquema establecido según una base territorial.
El director general de Integria, Daniel García Gallego, explica que tres de las cuatro áreas atienden al mantenimiento del material de los tres principales negocios de Renfe. La primera está dedicada a cercanías y media distancia, la segunda a alta velocidad-larga distancia y la tercera a mercancías.
La cuarta estructura organizativa agrupa todas las nuevas actividades que asume Renfe como copartícipe de la construcción de los nuevos trenes que ha comprado al colaborar con los fabricantes principales.
García Gallego señala que cada área se orienta 'al cliente interno y externo' y tiene 'la responsabilidad sobre su propia cuenta de resultados y total competencia en materia de contratos, control de calidad, implantación de los sistemas de ingeniería o control de la producción'.
Cada área cuenta con su propia red de talleres y recursos de producción. Así a la de cercanías se le ha asignado 22 talleres y 742 trabajadores para el mantenimiento de 553 trenes. El área de mercancías tiene 15 talleres y 1.225 empleados para un parque de casi 500 locomotoras y 13.500 vagones. El área de alta velocidad tiene nueve talleres con 256 trabajadores para el mantenimiento de 39 unidades de alta velocidad, 168 locomotoras y 20 autopropulsados.
El área de construcción asume los tres principales talleres de la empresa: el de Villaverde en Madrid dedicado a la fabricación de locomotoras, el de Málaga, dedicado a la alta velocidad, y el de Valladolid, dedicado a cercanías y media distancia.