Viñals anuncia una rebaja de las provisiones para insolvencias
El subgobernador del Banco de España, José Viñals, anunció el viernes que el actual sistema de provisiones para insolvencias tiene los días contados. El regulador ha iniciado 'estudios preliminares' para reformarlo. En las cuentas anuales de 2008 se reflejará una reducción de las provisiones y desaparecerá la distinción entre genéricas y específicas.
La 'excepción española' en materia de provisiones ha comenzado a desvanecerse. El subgobernador del Banco de España, José Viñals, escogió el idílico marco del Palacio de la Magdalena de Santander, donde se celebra un seminario financiero, para anunciar una de las medidas más deseadas por la banca: la progresiva desaparición de las gravosas provisiones genéricas.
Esta figura contable, que tan sólo existe en España, obliga a las entidades a aparcar un porcentaje de sus recursos a medida que crece su cartera de créditos. A diferencia de las específicas que se dotan cuando hay indicios de que un préstamo no llegará a recuperarse, las genéricas se constituyen cada vez que se concede un crédito y crecen más cuanto mejor evoluciona el puro negocio bancario.
Tanto bancos como cajas habían pedido en reiteradas ocasiones al Banco de España que buscara alguna vía para evitar que tantos recursos quedaran infrautilizados. El propio Viñals cifró ayer en 'más de 30.000 millones de euros' el volumen de las provisiones que tiene el conjunto de entidades financieras.
Condiciones
El subgobernador del Banco de España explicó que ya se han iniciado 'estudios preliminares' para reformar esta normativa. Sin embargo, el cambio de sistema no llegará a todas las entidades. Tan sólo aquellas que cuenten 'con sistemas integrados de gestión de riesgo de crédito y una experiencia de datos históricos suficientemente amplia', podrán aplicar sus propios modelos internos.
Así pues, el regulador bancario va a desarrollar en materia de provisiones la misma experiencia que ya se está aplicando en cuestiones de solvencia. Basilea II permite que los grandes bancos y cajas apliquen sus propios sistemas de gestión de riesgos para la determinar sus necesidades de capital.
Hasta ahora era el Banco de España quien determinaba, de forma general, la cuantía de fondos que había que destinar como provisiones. Las entidades apenas tenían margen de maniobra y, a menudo, argumentan que las peculiaridades del sistema español les resta competitividad frente a la banca de otros países europeos.
Viñals enmarcó esta iniciativa normativa dentro de la tendencia de los reguladores de ir flexibilizando la supervisión y otorgando mayores responsabilidades a las propias entidades. El subgobernador quiso dejar claro que la reforma no persigue 'en absoluto' reducir el grado de exigencia del actual sistema de provisiones sino 'adaptarlo' a las circunstancias concretas de cada banco y caja.
Aún así, Viñals reconoció que la medida tendrá un impacto positivo en las entidades que adopten sus propios sistemas de cálculo de provisiones. Las repercusiones 'no serán espectaculares', comentó, pero algunas entidades 'sí que tendrán cambios significativos'. Según sus cálculos, la banca podrá presentar sus cuentas anuales de 2008 aplicando el nuevo sistema.
El subgobernador también se refirió a la polémica sobre las hipotecas a 50 años. Dos días después de que el vicepresidente Solbes cargara contra ellas y la Asociación Española de Banca las tachara de 'créditos de alto riesgo', Viñals se refirió a ellas como una 'necesidad del mercado'. Sin embargo, también aseguró que son 'tremendamente largas' y que 'en un mundo ideal sería mejor que no existieran'.
Las cajas de ahorros valen 125.000 millones de euros
El consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Carlos Bergés, se aventuró el pasado viernes a dar un valor global al conjunto de las cajas de ahorros españolas. Bergés cifró ayer el valor de las entidades de ahorro entre los 90.000 y los 125.000 millones de euros. Esta cantidad supone más que el negocio doméstico de los bancos, es decir, sin la parte internacional.La estimación no está exenta de polémica ya que las cajas de ahorros se quejan de que los bancos atacan periódicamente su naturaleza jurídica para hacerse con ellas. Bergés aprovechó su intervención para defender la labor desempeñada por las cajas. Además, se mostró favorable a la emisión de cuotas participativas que les ayuden a crecer y someterse a la disciplina del mercado.