La Bolsa quiere sacar brillo a los valores certificados
Esto no puede ser. Esto no puede seguir así, tenemos que conseguir que todos los grandes jueguen en nuestro patio'. Así calificaba ayer la situación del mercado español de certificados el director de renta variable del holding de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Jorge Yzaguirre. Los certificados, cuyo éxito está más que contrastado en mercados como la Bolsa Alemana, la Bolsa Italiana o Euronext, son un producto completamente marginal en España. Los datos son llamativos: 14 emisiones de certificados listadas en la Bolsa española, con un volumen de negociación de 2.000 millones, frente a los 119.290 certificados en Deutsche Börse, con un volumen esperado este año de casi 250.000 millones.
'En España no han triunfado porque los grandes bancos no los han promocionado', explica Luis Martín-Jadraque, director del centro de inversiones de Deutsche Bank en España. Esta entidad, pionera en la emisión de certificados, acudió ayer a la Bolsa para oficializar su apuesta por estos valores como producto ideal para el minorista; en su red comercial se pueden adquirir a partir de un importe mínimo de 100 euros.
El certificado es el producto heterogéneo por excelencia. Es un producto estructurado con características similares a las de un derivado, una acción, un fondo cotizado y a un producto de renta fija. El objetivo de Deutsche Bank es que los certificados se conviertan en una alternativa de inversión a los fondos garantizados y a los depósitos, el vehículo de ahorro conservador que más éxito tiene en estos momentos.
BME está convencida del éxito futuro de los certificados, que llevan operando ocho años en España, 'con un volumen de efectivo absolutamente caótico', según reconoció Yzaguirre en la presentación de la entidad alemana. Para el directivo de BME hay dos referencias básicas: 'La evolución del mercado de warrants que ha pasado de un volumen negociado de 1.827 millones en 2004 a uno esperado de 4.600 millones para este año y el éxito arrollador en el mercado internacional'.
Para Yzaguirre, la referencia debe ser Italia, un mercado con tejido minorista de características similares al español. En Borsa Italiana están listados 1.319 certificados; el efectivo negociado fue en 2006 de 33.463 millones y este año se espere que alcance los 47.354 millones. 'Ese debe ser nuestro lugar', valora el ejecutivo de BME.
Deutsche Bank resume las bondades de los certificados: 'Un coste transaccional muy bajo, un impacto fiscal mínimo y una flexibilidad que permite replicar cualquier estrategia de inversión y exponerse a subidas o bajadas de la Bolsa'.
El producto. Cuestiones clave para comprender este tipo de inversión
¿En qué consiste un certificado? Es un producto heterogéneo. Son títulos lanzados por un emisor, que están listados y referenciados a un subyacente, con posibilidades prácticamente ilimitadas. Pueden tener un vencimiento determinado o ser perpetuos. Pueden funcionar con capital garantizado total o parcialmente, o no. La rentabilidad está asociada a su amortización o reembolso, o bien a su transmisión o negociación anterior.¿Cómo se negocian? Su operativa es idéntica a la compraventa de acciones o warrants y las comisiones son las mismas que en esos dos casos.¿Cuál es la fiscalidad? El 18%, como rendimientos de capital mobiliario. Al contrario que los fondos de inversión, el patrimonio no se puede traspasar de un certificado a otro sin penalización. Están sujetos a retención para los emisores.