Seguros para aterrizar en el parqué
Ocho de cada diez firmas cubren sus salidas a Bolsa frente a reclamaciones
Aterrizar en el parqué es una tarea delicada. Por eso, las compañías decididas a cotizar incorporan a sus múltiples preparativos la contratación de un seguro para salir a Bolsa.
El nombre exacto de este producto es póliza de responsabilidad por emisión de folleto informativo. Este contrato protege frente a las reclamaciones de los accionistas de una compañía que, irritados por la devaluación de sus participaciones tras la entrada de la sociedad en el mercado continuo, buscan una indemnización. Para lograrla, aprovechan cualquier error, omisión o imprecisión en la documentación remitida a los reguladores bursátiles sobre la oferta pública de venta (opv).
'Esta tendencia proviene de EE UU. Allí crecieron las reclamaciones por salidas a Bolsa después del boom de internet. Cuando cayeron las cotizaciones de estas empresas y se vio que muchas habían sido sobrevaloradas, hubo reclamaciones contra los bancos de inversión y las propias firmas', recuerda Fernando Claro, gerente de cuentas del área de riesgos financieros de Marsh & McLennan.
Según el experto de la correduría estadounidense, las demandas de los accionistas son 'siniestros que tienen pocas posibilidades de ocurrir pero que, cuando suceden, generan un impacto importante en las cuentas de resultados'. De hecho, en España, la siniestralidad fue sólo del 10% en 2006. Pero la situación es bien distinta al otro lado del Atlántico y esto importa, y mucho, a las compañías nacionales.
Las colocaciones suelen contar con un tramo minorista, otro institucional y un tercero destinado al inversores internacionales que, en un 90% de las ocasiones, implica a instituciones de EE UU, las más proclives a iniciar acciones legales en caso de incidentes.
Las pólizas de salida a Bolsa suelen contar con dos coberturas básicas: defensa jurídica, y desembolso de la cantidad correspondiente a indemnizaciones o a acuerdos extrajudiciales alcanzados con el demandante. 'Sólo los costes judiciales pueden alcanzar el millón de euros', apunta Claro. Los límites medios de indemnización en España oscilan entre 15 y 60 millones de euros.
Otras coberturas adicionales son los gastos de publicidad (destinados a financiar campañas de imagen en caso de una crisis reputacional) y de representación (fórmula ideada por el capital riesgo para garantizar que una opv será una desinversión rentable).
El seguro puede tener una vigencia de hasta seis años desde que se materializa la salida a Bolsa, aunque lo habitual es fijarla en cuatro años para adecuarse a las exigencias del código de comercio español. Esta norma fija, precisamente, en cuatro años la responsabilidad de los administradores y consejeros sobre el devenir de una compañía desde el cese de sus cargos.
Según Marsh, Inditex fue la primera compañía española en contratar una de estas pólizas, allá por 2001. La mitad de las sociedades que desembarcaron en el parqué entre 2002 y 2005 hicieron lo propio y, el año pasado, ocho de las 10 compañías que protagonizaron una opv contraron un seguro.
335 millones de euros de capacidad aseguradora
La colocación total de capacidad aseguradora en pólizas de opv ascendía en España a 335 millones de euros el año pasado. Algo más de la mitad de esta cantidad, 170 millones, está intermediado por la firma Marsh & McLennan.Según Fernando Clave, experto de la correduría norteamericana, 'las aseguradoras más activas a la hora de dar servicio a este nicho de mercado son AIG, Chubb, ACE, XL, Liberty, HCC, Allianz y Zurich'.El mercado se encuentra ahora en una situación de guerra de precios. En el último año, las primas se han reducido entre el 20% y el 30%, indican en Marsh.El importe de la prima oscila actualmente entre el 0,5% del volumen asegurado para las colocaciones más sencillas, y el 3% para las más arriesgadas. En la correduría recomiendan contratar un límite de entre el 10% y el 20% del valor de la transacción.