Los bancos chinos podrán invertir en firmas extranjeras
El país asiático pretende frenar el calentamiento bursátil
China dio el viernes otro paso en su liberalización financiera al permitir a sus bancos, que controlan un mercado de 3,5 billones de euros, que adquieran acciones de compañías extranjeras.
Las firmas chinas podrán invertir hasta el 50% de los fondos depositados en el programa de inversiones institucionales domésticas cualificadas (QDII), un producto financiero al que sólo pueden acceder los inversores que depositen un capital mínimo de 300.000 yuanes (28.871 euros). Las autoridades del país han aprobado la medida con la esperanza de ralentizar el calentamiento bursátil del país y el crecimiento imparable de las reservas de cambio de divisas, las mayores del mundo valoradas en 880.000 millones de euros.
En el primer trimestre de 2006, las Bolsas del país movieron 7,5 billones de yuanes (722.000 millones de euros), un volumen que superó al del pasado año en un 580%. En poco más de un mes y medio se han abierto más cuentas de negociación en los mercados que en los cuatro años anteriores.
Reformas abiertas
Esta reforma se une a las propuestas a principios de marzo, durante el Congreso Nacional Popular, en el que se igualó el trato fiscal entre las empresas nacionales y foráneas para limitar la dependencia china del capital extranjero.
En esas fechas, el primer ministro, Wen Jiabao, anunció, para reducir el fuerte superávit comercial de la economía china, un plan para reducir las exportaciones de productos cuya producción exija un alto consumo de energía o resulten muy contaminantes, mientras que apoyará la venta en el extranjero de artículos chinos con alto valor añadido.
El superávit comercial vuelve a subir
El superávit comercial chino se duplicó en abril con respecto a marzo y fue de 16.888 millones de dólares (12.500 millones de euros), a pesar de las políticas impulsadas por el gobierno de Pekín para frenar las exportaciones y promover las importaciones.A pesar de ello, la cifra es inferior al récord de febrero, en el que se registraron 23.700 millones de dólares, tras la denuncia de Washington contra Pekín de subsidiar sus exportaciones.