Alcoa desinvertirá si hace falta para lograr hacerse con Alcan
El grupo estadounidense Alcoa está dispuesto a vender activos para lograr el visto bueno de los reguladores a la oferta de compra de 26.900 millones de dólares (19.972 millones de euros) que lanzó el lunes pasado para hacerse con su rival Alcan y formar el líder mundial del aluminio.
El presidente de Alcoa, Alain Belda, admitió ayer que la integración de las dos compañías generaría solapamientos en los mercados del automóvil y la aeronáutica, sobre todo. 'Estamos preparados para acometer las desinversiones que sean necesarias para lograr que la operación se apruebe', subrayó, sin concretar qué negocios podría verse obligada a vender la empresa por exigencias de los reguladores.
Belda también avanzó que Alcoa podría revisar el futuro de la división de embalaje y envasado de Alcan si la opa prospera. El pasado 25 de abril, el grupo estadounidense informó de que estaba estudiando segregar sus actividades electrónicas y de embalaje, con unas ventas de 4.800 millones de dólares (3.561 millones de euros), para concentrarse en el negocio del aluminio, de mayor rentabilidad. Si la actividad es rentable, 'no habría razón para venderla', pero si no, 'habrá que echarle un vistazo', insistió el presidente de Alcoa.
Según dijo ayer Belda, las dos empresas llevaban negociando más de dos años con el fin de cerrar una 'estrategia ganadora', conversaciones que no han podido culminar en un acercamiento amistoso. 'Siempre he pensado que era una buena combinación', dijo el ejecutivo.
La integración de las dos compañías crearía un grupo con una capacidad dos veces mayor que la de la rusa Rusal, que en marzo cerró una operación a tres bandas para situarse como líder del sector del aluminio en términos de producción. En los últimos cuatro años, Alcoa y Alcan han ido perdiendo cuota de mercado frente a productores en Rusia y China, en un contexto de demanda creciente que ha duplicado los precios del aluminio.