Las normas ecológicas son una amenaza para el motor, según S&P
Los límites de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos que pretenden imponer las autoridades europeas, estadounidenses y japonesas amenazan la rentabilidad de los fabricantes de automóviles, según la agencia Standard & Poor's (S&P).
El informe recuerda que numerosos fabricantes sufren actualmente pérdidas operativas o descensos de sus beneficios, con lo que las propuestas sobre reducción de emisiones 'podrían minar su rentabilidad seriamente'.
En Estados Unidos, el Gobierno pretende recortar las emisiones de CO2 un 20% en los próximos diez años. Por su parte, la Comisión Europea ha propuesto limitar las emisiones a 120 gramos de CO2 por kilómetro en 2012, y el Ejecutivo japonés quiere rebajarlas un 30% hasta 2015. Estos planes para la reducción de emisiones de CO2 supondrán un sobrecoste de entre 600 y 3.000 euros por vehículo en el caso de Europa, y de entre 1.300 y 1.900 dólares (entre 956 y 1.400 euros al cambio actual) en EE UU.
Según S&P, incluso BMW, el fabricante más rentable con un beneficio operativo de 2.200 euros por vehículo, tendría que afrontar cuantiosas inversiones para cumplir con el límite de 120 gramos de CO2 por kilómetro que pretende imponer Bruselas en 2012.
Muchos otros fabricantes europeos ganan menos de 500 euros por vehículo, pero las inversiones que tendrían que realizar no serían tan importantes como en el caso de BMW, dado que sus actuales niveles de emisiones son más bajos.
Por lo que respecta a GM, Ford y Chrysler, los límites sobre emisiones afectarían a los planes de reestructuración que llevan a cabo estas empresas para recuperar la rentabilidad en Norteamérica, y serían un problema añadido al de los costes en materia de prestaciones sanitarias y pensiones.