Más crecimiento, más desequilibrios
Las previsiones de primavera de la Comisión Europea dibujan un escenario de holgado crecimiento tanto para España como para sus socios comunitarios este y el próximo año. Pero una vez más, en un ejercicio de escaso riesgo, los técnicos de la Comisión esperan un 2008 menos optimista que 2007, cuando la evolución tendencial de la actividad en las grandes economías de la UE invita a pensar que sólo puede ser peor el próximo año si se hacen mal las cosas. El ritmo de crucero que está tomando Alemania, la recuperación lenta de Italia y el impulso que puede suponer para Francia que su nuevo presidente pase de la literatura a las matemáticas con las reformas anunciadas auguran un 2008 más pujante que 2007. Tal circunstancia debería catapultar a España a mantener el crecimiento actual, e incluso recuperar cierto equilibrio en la composición de su actividad, en favor de la demanda externa.
El departamento que dirige Joaquín Almunia prevé que España crezca en 2008 un 2,4%, en la misma línea contractiva que estima el Banco de España. Pero esta corrección no tendrá un efecto directo en los desequilibrios de la economía, con la única excepción del empleo, ya que la tasa de paro puede bajar del 8%. Bruselas ve más endeudamiento relativo de los hogares por la subida de tipos, más déficit comercial y exterior (éste en el 10% del PIB), más desequilibrio en precios y por tanto en posición competitiva, así como números negros menos generosos en las cuentas públicas. En definitiva, más acumulación de riesgos que 'podrían acabar provocando un frenazo de la actividad'.
Almunia desvincula los recientes episodios de ajuste de precios de las compañías cotizadas de un ajuste en la actividad, pero llama de nuevo la atención sobre la necesidad de nuevas reformas para buscar un modelo más volcado en sectores productivos y con presencia en el exterior.