Bernanke aprecia ahora más riesgos en la economía americana
El presidente de la Fed espera un crecimiento más moderado del que estimó hace sólo un mes
Ben Bernanke presentó ayer en el Congreso un cuadro de la economía estadounidense diferente al que ofreció a mediados de febrero. En aquella ocasión el escenario era el de un 'crecimiento, aunque más moderado que en el pasado, con una baja inflación'. Ayer Bernanke habló de riesgos en su intervención que 'han aumentado en los dos lados crecimiento económico e inflación' aunque fue rotundo a la hora de desestimar una posible recesión y explicó que pese a todo, la coyuntura actual es buena. En este sentido, dijo que la economía continúa su crecimiento a un ritmo similar al del segundo semestre de 2006 (alrededor del 2%).
El presidente de la Fed quiso enfatizar, no obstante, que la política de la autoridad monetaria 'todavía está orientada a controlar la inflación que consideramos que en estos momentos registra un mayor riesgo'. Así, explicó que la semana pasada, tras mantener los tipos en el 5,25%, la Fed retiró de su comunicado la pista que daba para orientar su próximo paso (que hasta entonces había sido de subida) porque necesita más flexibilidad para reaccionar a los cambios en una coyuntura en la que han aumentado las incertidumbres. El objetivo es evitar dar pistas sobre una decisión de futuro. Bernanke no hizo ninguna referencia a una posible rebaja de tipos, algo que esperan muchos economistas para el próximo trimestre. Lo que sí dijo, con respecto a la inflación, es que la subyacente, que estuvo 'modestamente' a la baja en 2006 está siendo ahora 'incómodamente alta'. La inflación subyacente acumulada está al 2,7% muy lejos del 2% que considera la Fed oficiosamente como límite tolerable.
El Dow Jones llegó a perder durante el discurso del presidente de la Fed más de 100 puntos y registrar una bajada de casi un 1% del que se fue recuperando cuando se acabó su intervención.
Vivienda y crédito
Buena parte de su discurso y las preguntas posteriores de los legisladores giraron en torno al mercado de la vivienda y el crédito. Bernanke dijo que precisamente el mercado de la vivienda es la principal fuente de desaceleración del crecimiento económico y explicó que 'a medio plazo las perspectivas para este mercado siguen siendo una incertidumbre'. La economía mejorará cuando el sector de la vivienda se estabilice, explicó, pero advirtió que incluso si la demanda de compra no cae más la debilidad en la construcción seguirá lastrando la economía porque hay unos inventarios muy elevados.
En el espinoso problema de las hipotecas de alto riesgo (subprime) y su alta morosidad, el presidente de la Fed admitió que es un problema adicional al de la vivienda pero señaló que en este momento 'el impacto sobre la economía de forma amplia y sobre los mercados financieros parece estar contenido'. Cree Bernanke que otros acreedores parecen ser impermeables a este riesgo y no hay un problema generalizado de morosidad. Pese a todo, la autoridad monetaria explicó que seguirían 'monitorizando la situación de cerca' y dijo que en parte su crecimiento había tenido como origen la relajación de los estándares crediticios y la aparición de hipotecas exóticas.
Trichet: 'Nada ha cambiado'
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, prefirió ayer no pronunciarse sobre los últimos datos ofrecidos por la Reserva Federal Americana, aunque prometió 'analizarlos con profundidad' antes de opinar sobre los efectos que pueden tener sobre la economía europea. En todo caso no dudó en lanzar un mensaje tranquilizador.'El sentir general del Consejo de Gobierno del BCE no ha cambiado desde la última reunión el pasado 8 de marzo. Es cierto que ha entrado nueva información, pero estos datos vienen a confirmar en mayor o menor medida nuestras previsiones', dijo Trichet.El presidente del BCE participó en Valencia en un seminario con responsables de los bancos centrales euromediterráneos. En ella también participó el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que rechazó cualquier paralelismo entre la crisis hipotecaria en EE UU y España.