La debilidad económica de EE UU pasa factura a la Bolsa
Las advertencias del presidente de la Reserva Federal de EE UU, Benjamin Bernanke, sobre la debilidad del sector hipotecario y la creciente presión sobre la inflación subyacente influyeron ayer en el ánimo de los inversores. El repunte del petróleo hasta el entorno de 66 dólares por barril y la debilidad de las cifras de pedidos de bienes duraderos añadieron más tensión. Wall Street abrió a la baja y arrastró a todas las Bolsas. Al final, el S&P 500 perdió un 0,80%; el Dow Jones, un 0,78% y el Nasdaq, un 0,83%.
En Europa, el Ibex cayó un 0,37% y cerró en 14.483 puntos, mientras que el Dax sufrió un retroceso del 0,6%, el Cac de París se dejó un 0,62% y el Footsie de Londres perdió un 0,4%. En el caso de Madrid, los descensos más abultados correspondieron a Acciona (-3,57%), inmersa de lleno en la batalla por el control de Endesa. Las compañías FCC (-1,95%), Antena 3 (-1,61%) y ACS (-1,34%) también sufrieron importantes castigos.
Los rumores corporativos estuvieron de nuevo presentes en la negociación. La expectativa de que Iberia reciba una opa de Texas Pacific Group animó la cotización de la aerolínea, que ganó un 2,37%. La convicción de que la reordenación del sector energético español no ha hecho más que empezar dio combustible a los precios de la petrolera Repsol (1,38%) y de la eólica Gamesa (1,06%), que lleva 10 sesiones consecutivas al alza.
El refugio del Yen
La cotización de la moneda japonesa alcanzó ayer su precio más alto en una semana y media, al llegar a cambiarse un dólar por 116,7 yenes. La divisa nipona suele ser un valor refugio tradicional para los inversores en momentos de elevada incertidumbre.