El negocio de la compraventa de hoteles en España es ya el tercero de Europa
El mercado español hotelero es uno de los más activos de Europa. Concretamente, la venta de establecimientos urbanos, resorts y complejos vacacionales sumarán un volumen de inversión de 1.700 millones de euros este año, un 25% más que en 2005, según Paloma Boceta, directora de la recién inaugurada división de hoteles en Aguirre Newman.
Con respecto a Europa, donde se mueven 17.000 millones de euros en este tipo de ventas de hoteles, España se sitúa en tercer lugar, por detrás de Reino Unido y Francia. La venta de establecimientos representa ya el 10% de la actividad del Viejo Continente.
'La recuperación del sector medida en rentabilidad, ocupación y precios es ya un hecho', dice Boceta. Sin embargo, la inversión en nuevos proyectos hoteleros se ralentiza. Existen en España 600 proyectos en desarrollo a medio plazo que incluirán 92.000 nuevas habitaciones y que requerirán un desembolso de 11.500 millones de euros, cifra similar a la del pasado año. Este freno de la inversión en nuevos planes se explica por el encarecimiento del suelo y el aumento de los costes así como en la necesidad de desarrollar complejos hoteleros de mayor calidad. En este sentido, los nuevos establecimientos serán de cuatro y cinco estrellas, y se ubicarán principalmente en Andalucía, Mediterráneo y Canarias.
Ventas de activos
Entre las operaciones más relevantes de venta destaca la del Arts de Barcelona por 417 millones y el Westin Palace de Madrid por 385 millones. Morgan Stanley adquirió siete hoteles de la cadena británica Intercontinental por 638 millones. En lo que queda de año, 'las operaciones vendrán de grandes cadenas vacacionales que se desprenderán de activos no estratégicos como Sol Meliá, Barceló o Riu a fin de recoger liquidez para invertir en otros mercados emergentes o del Caribe', explica Boceta.
Sin embargo, en el mercado urbano, el crecimiento se mantiene. Cadenas de ciudad como AC, Vincci, Confortel, Barceló Hesperia y Husa seguirán con su planes de inversión en las principales ciudades, aunque la sobreoferta de plazas deja de ser preocupante.