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Atentado frustrado en Londres

La policía sostiene que el plan terrorista era de una 'escala sin precedentes'

El Ministerio de Interior británico explicó ayer que el plan terrorista para atentar contra aviones en pleno vuelo desarticulado por la policía era 'complejo' y de una 'escala sin precedentes'. Las fuerzas del orden detuvieron a 21 personas como presuntas integrantes de una red de 'dimensión mundial' vinculada a Al Qaeda. La BBC aseguró que los terroristas pretendían hacer estallar diez aviones que volasen entre Reino Unido y EE UU.

El titular de Interior, John Reid, que compareció ante los medios para ofrecer los detalles de cómo se había llevado a cabo la operación policial, confirmó que los terroristas planeaban hacer estallar artefactos explosivos ocultos en los equipajes de mano en aviones procedentes del Reino Unido con destino Nueva York, Washington y Los Ángeles, fundamentalmente.

La desarticulación de esta red obligó a las autoridades británicas a aumentar al máximo los niveles de alerta de Reino Unido y EE UU. Reid precisó que aunque los principales miembros de la célula terrorista han sido arrestados, la operación policial, iniciada hace meses, permanece abierta. Las 21 detenciones se produjeron en Londres y sus alrededores y en Birmingham (en el centro del país), según explicó el jefe adjunto de la policía, Paul Stephenson, que aclaró que los agentes han impedido que los terroristas cometieran 'un asesinato en masa de una amplitud inimaginable'.

Por su parte, el jefe de la policía antiterrorista, Peter Clarke, señaló ayer que la desarticulación de la red ha sido posible gracias a la estrecha vigilancia a la que fueron sometidos los viajes, reuniones, movimientos y gastos de un gran número de personas tanto en el Reino Unido, como en otros países. Por el momento, desde Interior no se ha facilitado ninguna identidad ni nacionalidad de los apresados.

Según los datos recabados por los investigadores, los terroristas pretendían detonar 'artefactos explosivos construidos en Gran Bretaña en aviones que partieran desde aeropuertos británicos'. Fuentes oficiales no precisaron el número de vuelos que podían haber sido afectados, aunque la BBC los cifró en 10. La policía explicó que los artefactos debían estar compuestos por algún tipo de explosivo líquido, como el utilizado en los atentados del 7-J y se transportarían ocultos en el equipaje de mano. Por este motivo, desde ayer las autoridades han prohibido que los pasajeros accedan a los aeropuertos británicos y estadounidenses con envases de líquidos, tales como refrescos, cremas, lociones o champú.

El secretario de Departamento de Seguridad de EE UU, Michael Chertoff, reveló que el plan se encontraba en su última fase para ser operativo y era 'altamente sofisticado', lo que 'sugeriría vínculos' con Al Qaeda, aunque insistió en que la investigación aún se encuentra abierta, 'por lo que es pronto para avanzar conclusiones'. Fuentes del Departamento de Información estadounidense admitieron que la amenaza terrorista se cernía especialmente contra los vuelos de tres grandes compañías norteamericanas. Otras fuentes añadieron que las afectadas serían United, American y Continental Airlines.

La operación antiterrorista causó serios trastornos en todos los aeropuertos británicos, especialmente el de Heathrow, en Londres.

Contactos entre Bush y Blair desde el fin de semana

El portavoz de la Casa Blanca, Tony Show, reconoció ayer en una conferencia de prensa que la trama desarticulada en Londres representaba una 'amenaza grave' tanto para el Reino Unido como para EE UU. Además, informó de que el presidente George W. Bush estuvo en contacto con las autoridades británicas en todo el momento.En este sentido, y según informó la cadena de televisión CNN, Bush habló el pasado fin de semana con el primer ministro británico, Tony Blair, acerca de la existencia de la red terrorista. Fuentes oficiales de la residencia de Blair, en Downing Street resaltaron que Blair, de vacaciones en el Caribe, se mantuvo informado en todo momento de los pormenores del operativo.Scotland Yard resaltó en un comunicado que el dispositivo policial desarrollado ayer 'se llevó de la forma más segura que creíamos. æpermil;sta será una larga operación que inevitablemente será larga y compleja'.El ministro de Interior, John Reid, explicó a los periodistas cómo él mismo había presidido dos reuniones del gabinete de gestión de crisis, denominado 'Cobra', en las que participaron miembros de la policía y los servicios secretos británicos MI5. La última de esas reuniones se celebró la noche del miércoles y fue entonces cuando se decidió tomar las medidas de seguridad decretadas ayer, que calificó de apropiadas para proteger a la población.El nivel de amenaza ha pasado del 'severo', es decir probable, al 'crítico', que implica que un ataque puede ser inminente.

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