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Los lunes de los Fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El líder sigue reinando

Lo grave de EE UU es que los desequilibrios no se corrigen ni se vislumbra una solución fácil.

Las últimas semanas en el mercado de renta variable han puesto de relieve una vez más como las bolsas estadounidenses siguen marcando los ritmos, a pesar de que se haya podido observar alguna divergencia temporal en cuanto al calibre de los movimientos en los últimos años. Concretamente, la mayor parte del pasado año 2005, si exceptuamos el último par de meses, presenciamos como los principales índices norteamericanos, como el Dow Jones Industrials o el S&P 500, apenas conseguían continuar con la tendencia alcista iniciada en marzo del 2003, mientras que los principales índices europeos aceleraban incluso sus subidas.

En efecto, la bolsa norteamericana tenía un comportamiento prácticamente plano en ese periodo mientras a este lado del atlántico el festival alcista continuaba. Además, ello suponía que las previsiones lanzadas por una gran mayoría de analistas de que la renta variable europea seguiría superando a la norteamericana se volvían a cumplir por segundo año consecutivo. Sin embargo, desde noviembre pasado los índices estadounidenses iniciaban una fuerte subida que volvía a sincronizar con el movimiento alcista de las bolsas europeas hasta que llegó la caída y volatilidad de mayo. Desde el 10 de mayo, el Dow Jones ha marcado los tiempos y el ritmo de bajada y la correlación se ha intensificado con los índices europeos.

Por ello, dirigimos esta semana nuestra atención a la bolsa del gigante norteamericano repasando por un lado las causas de la corrección y por otro cómo ha afectado a los fondos que invierten en ella. Sin lugar a dudas, las tensiones inflacionistas y sus posibles consecuencias en mayores subidas de tipos de las esperadas se ha señalado como el detonante de la corrección bursátil pero la clave, como siempre, son las expectativas de crecimiento económico. En los últimos días no son pocas las casas de análisis que todavía ven valoraciones atractivas en bolsa y potencial de subida para bastantes valores en el corto y medio plazo. Hacen referencias a indicadores como el PER en un contexto histórico y concluyen que, dados los crecimientos de beneficios de las empresas actuales y esperados, las acciones siguen relativamente baratas o, por lo menos, no caras.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los consensos de brokers sobre crecimientos de beneficios están basados en unos determinados supuestos que, desgraciadamente, pueden sufrir importantes variaciones en cuanto la situación macroeconómica se deteriora. Una reducción drástica de las tasas de crecimiento económico en el horizonte llevaría aparejadas fuertes reducciones en los beneficios empresariales y, por tanto, en los PER estimados para los dos próximos años. Lo que parece relativamente barato se puede convertir caro en cuestión de meses.

Si bien es verdad que no hay burbuja tecnológica y de Internet como la de hace más de seis años, la economía mundial y estadounidense presentan unos claros desequilibrios desde hace ya bastante tiempo. Lo grave es que el tiempo pasa y los desequilibrios no se corrigen ni se ve en el horizonte una solución sencilla a los mismos. No parece improbable que el dinero barato del que se ha venido disfrutado y su efecto en un aumento de la deuda familiar y de los precios inmobiliarios sea uno de los desequilibrios que termine pasando factura a la economía. Una caída del consumo, motor de la economía estadounidense, tendría consecuencias negativas en los beneficios empresariales y la bolsa. La realidad es que pensar en la posibilidad de tocar niveles en los índices principales un 20%-30% por debajo de los actuales en algún momento durante los próximos dos o tres años no es del todo descabellado.

El análisis de lo acaecido en mayo y en particular, desde el día 10 del pasado mes, en los fondos de renta variable USA, arroja algunos datos interesantes aunque bastante previsibles.

La matriz de clasificaciones basada en carteras de estilo de inversión y capitalización bursátil que Lipper produce en Estados Unidos, muestra como el estilo de inversión valor ha superado al crecimiento en todos los rangos de capitalización bursátil y como las small caps han sido las principales damnificadas. Así, no sorprende ver a fondos registrados a la venta en España como el JPM US Value o el Morgan Stanley US Value perdiendo sólo un 3% en euros desde el 10 de mayo mientras que la media de la categoría se deja un 7%.

Análisis: Los fondos 'small cap' sufren

¦bull; Los fondos pertenecientes a la categoría de Renta Variable Norteamérica Pequeñas Compañías pierden de media más de un 11% desde el 10 de mayo.

¦bull; Sin embargo, en el acumulado de los tres últimos años la rentabilidad media de estos fondos todavía casi duplica a los fondos de la categoría principal, que son los que invierten en grandes compañías.

¦bull; Si bien en una corrección el tamaño puede conducir a importantes diferencias de rentabilidad, el estilo puede ser incluso más determinante.

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