El sindicato del motor de EE UU pide concesiones a los trabajadores
La crisis del sector de la automoción de Detroit no es parte de un ciclo, es un problema estructural y los trabajadores y el sindicato tienen esta vez que hacer concesiones impensables solo hace cuatro años para ayudar a recuperar a los históricamente conocidos como Tres Grandes (GM, Ford y DaimlerChrysler). æpermil;ste es el espíritu del discurso que Ron Gettelfinger pronunció ayer en la 34 convención del sindicato de la automoción que preside, la UAW.
Gettelfinger, que llegó hace cuatro años al puesto asegurando que no habría pasos atrás en las prestaciones sociales (seguros médicos o las pensiones) ha tenido que negociar en el último año algunas de ellas y previsiblemente lo tendrán que volver a hacer en 2007 cuando discutan con las empresas el siguiente convenio. Este sindicalista, aseguraba ayer que la industria se encuentra en una situación desconocida en los 71 años de la historia de la UAW. Los fabricantes americanos han perdido cuota de mercado, rentabilidad, plantilla y producción a favor de empresas extranjeras instaladas en el país donde no hay sindicato.
En general la industria tiene buena salud, en particular, Detroit, no. Para estos cambios estructurales, Gettelfinger pidió a sus compañeros que aceptaran 'soluciones de largo plazo' y admitió que las prestaciones médicas imponen una 'carga injusta para empresas donde los trabajadores son mayores' como las de Detroit y son insostenibles. Los asiáticos y europeos instalados en EE UU aún no tienen esos costes ni los de las pensiones.
La llamada a apretarse el cinturón por parte de la UAW se produce en un momento en el que los sindicatos están también en crisis. En 1979 había 1,5 millones de afiliados. Hoy son menos de 600.000.