Detroit quiere hacerse adicto al etanol
Dice George Bush que sus compatriotas son 'adictos al petróleo'. Dentro de poco, la cosa puede cambiar, y pueden volverse adictos al maíz. Con la gasolina rondando los tres dólares por galón, la fiebre por los combustibles alternativos está en sus cotas más altas, pero hay distintas apuestas. Mientras los japoneses juegan en EE UU la carta de los vehículos híbridos, en Detroit, donde reside la industria tradicional americana, se decantan por el etanol, una forma de alcohol obtenida del maíz que se mezcla con la gasolina y reduce por tanto el consumo, además de ser menos contaminante.
Se la conoce como E-85 (85% de gasolina y 15% de etanol) y General Motors, Ford y Chrysler tienen en el mercado cinco millones de vehículos que pueden usar este combustible. El problema es que apenas lo hacen, y consumen gasolina, porque de las cerca de 175.000 estaciones de servicio que hay en EE UU, menos de 700 pueden ofrecer este producto.
Los consejeros delegados de estas tres compañías, Rick Wagoner, Bill Ford y Tom LaSorda fueron a Washington la semana pasada para hablar con algunos congresistas de sus problemas de competitividad y sus esperanzas en el etanol. Después de aparcar sus llamativos coches alimentados por este combustible, pidieron ayudas para aumentar el número de gasolineras que sirvan E-85. Los detractores creen que hay que repensar el abrazo a la alternativa. El motivo es que, de momento el etanol es caro, a veces más que la gasolina y ha pasado de 1,20 dólares el galón en 2005 a rondar 2,68. Un galón equivale a 3,79 litros.
La transformación de maíz a etanol consume más energía de la que produce
El problema es que aunque la oferta ha crecido (4.000 millones de galones en 2005, dos veces más que en 2001) no se puede abastecer a la demanda. Hay déficit porque el etanol se ha convertido en el aditivo verde de las gasolinas después de que se retirara el oxigenante MTBE en 2005. El precio se ha disparado por este motivo y es parte de las causas del alza de la gasolina. Sus defensores dicen que es cuestión de tiempo que se estabilice la oferta. Algunos economistas han hecho cuentas para concluir que cuesta más producirlo y transportarlo (con camiones) que el ahorro que supone y que su procesamiento no es 'verde'. El proceso de transformar maíz a etanol se hace a través de combustibles fósiles y consume un 29% más energía de la que produce, según David Pimentel, profesor de Cornell. Además, el E-85 es menos eficiente por lo que hay que llenar más veces el tanque que con gasolina tradicional.
El etanol se puede hacer más barato. Brasil y Suecia lo hacen con derivados de celulosa o azúcar, que son más eficientes que el maíz, pero la presión de lo agricultores del Midwest hace complicada la alternativa a la mazorca, de la misma manera que ha impedido que se eliminen unas tarifas del 45 centavos por galón de etanol importado de Brasil. Algunos economistas dicen que más que un combustible, el etanol es un subsidio a la agricultura americana.
Los árabes del 'midwest' americano
El estado de Iowa es el líder nacional de producción de maíz y etanol. De hecho en este estado del medio-oeste es responsable de casi el 25% de la producción de EE UU. Hay 22 refinerías para este producto (de las 93 que están operativas en el país), se están terminando otras siete y hay planes para hacer 20 más. Decía un agricultor a The Washington Post, 'vamos a ser los árabes del midwest (medio oeste)'. A diferencia de las refinerías de crudo, el dinero para estas instalaciones y los permisos vuelan. El gobernador de Nueva York ya ha anunciado la construcción de la primera instalación en este estado y el mismo Bill Gates acaba de invertir unos 84 millones en Pacific Ethanol.