Autostrade desmiente que la fusión con Abertis sea una compra
El presidente de Autostrade, Gian Maria Gross-Pietro, ha respondido hoy a las críticas surgidas desde algunos sectores italianos, entre ellos la de Prodi, contra la fusión de su grupo con la empresa española Abertis y ha negado que se trate de una "venta encubierta". Por su parte, el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, ha anunciado que la compañía someterá la aprobación de la fusión a las autoridades de competencia de la Unión Europea.
La compañía española Abertis y la italiana Autostrade alumbraron ayer el mayor grupo de autopistas del mundo, con un valor en Bolsa de 25.000 millones de euros. Ambas aseguraron que se trata de una "fusión entre iguales" y no de una compra, tal y como han interpretado algunos políticos. El futuro primer ministro de Italia, Romano Prodi, ya ha expresado sus reservas.
"En el caso de una venta encubierta o se cede todo o se establece una cláusula de 'put'. En cambio, lo que nosotros vemos aquí es que no hay acuerdo entre los socios para una transferencia de las acciones y no hay otros acuerdos respecto a los anunciados oficialmente", ha declarado Gian Maria Gross-Pietro, presidente de Autostrade, en una rueda de prensa.
El directivo ha expuesto sus argumentos alegando que si los inversores italianos hubiesen querido dejar su participación "habrían podido obtener un precio más alto en dinero y no en papel, vendiendo los fondos. Sin embargo, los accionistas italianos quieren permanecer estables". Gross-Pietro se mostró confiado en que "cuando el mundo político examine esta operación con más apertura mental, a la luz de la relación con Europa, y evalúe los compromisos recíprocos en relación a las inversiones, se dará cuenta que esta operación es muy importante para el país", afirmó refiriéndose a Italia.
Por su parte, el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, afirmó hoy que la fusión entre la concesionaria española y la italiana Autostrade "no estará exenta de dificultades" en Italia, en una entrevista a Catalunya Ràdio recogida por Europa Press. Alemany explicó que "ahora vendrá el punto en que Italia entienda que la sede (de la futura compañía) estará en Barcelona". Alemany defendió la integración entre empresas europeas y consideró paradójico que por un lado se defienda la unión entre países de la UE en un plano político y se niegue esta posibilidad en el caso de compañías privadas. "La integración entre empresas es una forma de hacer Europa, y no la peor", dijo.
Preguntado sobre el carácter amistoso de la operación, Alemany declaró que "ha sido una operación enfocada de la mejor manera posible, de forma amistosa, en términos que pueden entender los accionistas, los ciudadanos, los empleados y los gobiernos", dijo Alemany, quien señaló que el proyecto empezó a gestarse en 2000, cuando Abertis entró en el capital de Autostrade tras su privatización.
La nueva Abertis se compromete a aumentar su dividendo a un ritmo del 5% anual en la presentación remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En la presentación se manifiesta que con la creación de este gigante "se crea un valor de alta capitalización y gran seguridad para los inversores de todo el mundo" y añade que la nueva Abertis es "candidato para su inclusión en el Eurostoxx 50, beneficiándose de la gran base de inversores indexados".
Críticas a la operación
A pesar de los argumentos de ambas empresas sobre la fusión, las críticas hacia Autostrade y sus directivos han continuado en Italia. Andrea Ricci, de Refundación Comunista, se ha mostrado hoy de acuerdo con el presidente de La Margarita, Francesco Rutelli, que ya expresó anoche sus dudas sobre la operación "por la forma, ya que un monopolio decide hacer una operación tan relevante en ausencia de un Gobierno con plenos poderes", en referencia al periodo de transición que está viviendo Italia tras las elecciones generales.
Ricci se ha mostrado hoy de acuerdo y ha añadido: "estamos frente a una sustancial cesión de la dirección de una importante infraestructura del país a manos extranjeras, y españolas en particular". Las críticas se han extendido también al mundo laboral, ya que el secretario general de la Cgil, Guglielmo Epifani, ha comentado que hay elementos que no le convencen.
Por otra parte, el consejero delegado de Autostrade, Gionvanni Castellucci, ha afirmado en la rueda de prensa celebrada hoy para explicar la operación que la fusión con Abertis "no provocará impacto alguno sobre el régimen de tarifas de Autostrade".
El gigante de las autopistas
La operación creará el mayor grupo de autopistas del mundo, presente en 16 países y para el que trabajarán 20.000 personas. La fusión se realizará mediante el canje de una acción del grupo español por cada título de la italiana. Además, los accionistas de Autostrade cobrarán un dividendo de 3,75 euros por acción inmediatamente antes del cierre de la operación de integración, previsto para el cuarto trimestre del año.
El grupo resultante tendrá su sede en Barcelona, aunque la compañía italiana mantendrá su sede operativa en Roma. El consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, ocupará este mismo cargo en la sociedad fusionada, de la que será así primer ejecutivo. La compañía a la que da origen la operación, que conservará el nombre de la española Abertis, tendrá dos presidencias que ocuparán los presidentes de Abertis y Autostrade, Isidre Fainé y Gian Maria Gros-Pietro, respectivamente, además de dos vicepresidencias.
El grupo fruto de la fusión cotizará en las bolsas de Madrid y Milán. Los mercados han respondido positivamente al anuncio ya que, por el momento, las acciones de ambas compañías están respondiendo con grandes subidas en los parqués.
La nueva Abertis invertirá 14.000 millones en Italia, España y Francia
El consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, ha anunciado hoy que, tras la fusión entre esta empresa y Autostrade, la nueva compañía resultante invertirá 10.000 millones de euros en Italia y otros 4.000 millones en Francia y España. Además, explicó que tras la operación, que culminará previsiblemente en noviembre, Abertis aumentará su capacidad de endeudamiento entre 8.000 y 10.000 millones.
El presidente de la actual Abertis, Isidre Fainé, explicó que "existe un compromiso de permanencia" entre los tres principales accionistas de la nueva compañía -Schemaventotto (Benetton y cajas italianas), ACS y La Caixa- y que el reparto de responsabilidades entre los altos cargos de la nueva compañía tiene una duración de tres años, aunque es prorrogable. Los responsables de la nueva sociedad explicaron que la nueva Abertis centrará a corto plazo sus inversiones en Europa, aunque tendrá la vista puesta en nuevas oportunidades de negocio en Estados Unidos.
El consejero delegado indicó que la decisión de situar en Barcelona la sede de la sociedad responde a la mayor "eficiencia y diversificación" de Abertis, con negocios en autopistas, telecomunicaciones, logística, aparcamientos y aeropuertos. Los responsables descartaron razones fiscales. La compañía someterá la aprobación de la fusión a las autoridades de competencia de la Unión Europea.