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Juan Sánchez

'Para triunfar hay que tener fe en uno mismo'

Es empresario inmobiliario y su jornada laboral no baja de las 12 horas diarias. Asegura que añora tener más tiempo libre para pasarlo con su familia, pero no sabe cómo puede gestionar mejor su agenda de trabajo. No cree a aquellos que vaticinan el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Estudió Económicas y Empresariales por la Universidad de Castilla La Mancha. Nada más acabar sus estudios, Juan Sánchez, nacido en Guadalajara hace 37 años, creó el Grupo Gestesa, promotora inmobiliaria que cuenta con una plantilla de 250 personas y tiene previsto facturar este año 140 millones de euros.

Terminó la carrera y decidió montar su propia empresa, ¿de siempre tuvo inquietudes emprendedoras?

Siempre quise trabajar por cuenta ajena y junto a mi socio decidimos aventurarnos en el negocio de la asesoría inmobiliaria. æpermil;ramos jóvenes, teníamos 24 años, y muchas ganas, aunque tengo que reconocer que los arranques siempre son complicados. Pero nos atrevimos a abrir un camino que no había y hasta aquí hemos llegado.

'En el sector inmobiliario hay que tener conocimiento del medio, una relativa honestidad y ganas de trabajar'

¿Nunca le tentó trabajar para una multinacional?

Era la alternativa, sobre todo cuando acabas una carrera como la de Económicas y Empresariales, pero prefería crear algo por mí mismo. Tuvimos suerte porque comenzamos a llevar contabilidades y la gestión de alguna cooperativa de viviendas.

¿Los principios siempre son duros?

Muy duros, encuentras muchas dificultades, pero luego si trabajas tienes muchas recompensas. Al principio, tienes que hacer de todo, llevar tareas de administración, hacer de mensajero, de portero, de todo. Incluso llegamos a tener cortada la luz en alguna ocasión.

Y en esos casos, ¿qué es lo que hace seguir adelante?

Sobre todo la ilusión por lo que has creado. Era mucho más fácil sacar el currículo y enviarlo a compañías para que te ficharan, pero era mejor intentarlo. Para que un negocio salga adelante hay que tener mucha fe en ti mismo y en el negocio. A base de trabajo y de esfuerzo, comienzas a ver la luz, cuando nos surgieron recursos fijos a través de las cooperativas de viviendas, tienen un pequeño alivio porque eso te permite pagar los gastos fijos. Hemos vivido una gran época de despegue inmobiliario.

¿Hay expertos que dicen que se avecina un explosión de la burbuja inmobiliaria, como ocurrió con internet?

Lo que sucedió con el sector tecnológico no es extrapolable al inmobiliario. Ciclos alcistas del 20% no se van a producir, pero descalabros importantes tampoco creo vayan a ocurrir. Hay demasiada gente implicada para que pinche la burbuja. Lo que tenemos que hacer es un esfuerzo.

¿En qué sentido?

En un mercado tan competitivo como el nuestro, tenemos que ser mucho más imaginativos de lo que somos, estar más pendientes de otros factores, como la financiación o la calidad, que del suelo. Tenemos que tener en cuenta que por cada vivienda hay varios clientes. Ahora hay más exceso de demanda que de oferta. El mercado inmobiliario es poco activo en atención al cliente, y eso es algo que tenemos que empezar a cuidar más. La compra de una vivienda es probablemente la adquisición más importante en la vida de una persona, y por ese exceso de la demanda muchas veces se baja la guardia. Y los clientes cada vez son más exigentes.

¿Cual es el perfil del profesional de un sector como el inmobiliario, en estos momentos, tan competitivo?

En primer lugar, hay que tener un gran conocimiento del medio, tener también nociones jurídicas, una relativa honestidad y ganas de trabajar. La competencia es muy dura, porque cada propietario de un inmueble puede ser un promotor encubierto.

¿Y usted como directivo, qué consideración se tiene?

No soy de los que está muy encima de lo que hace la gente. A veces, doy algún toque de atención. Considero que el trabajo que se hace aquí es considerable y aceptable. Podemos decir que si soy exigente, pero no estoy permanentemente encima de la gente. Si las cosas funcionan bien no me preocupo demasiado. También soy de los que delego bastante, pero para eso hay que estar convencido de esas cuestiones. Por la dinámica de mis obligaciones no me queda otro remedio que confiar en los que trabajan a mi lado.

¿Continúa teniendo inquietudes como empresario?

Sigo teniendo las mismas que cuando empecé. Tengo ganas de seguir progresando y siempre tengo un cierto grado de insatisfacción. Creo que una de las ventajas de haber iniciado esta aventura empresarial siendo tan joven, es que ahora puede darle un mayor contenido a la actividad profesional de la compañía.

¿Ha pensado en la fusión con alguna compañía del sector?

Ahora mismo no tenemos una estructura financiera para adquirir una empresa de nuestro mismo tamaño, y las otras empresas de menor volumen las consideramos poco atractivas. Y nosotros si podemos ser interesantes para una de mayor tamaño.

La paciencia del propietario de un equipo de fútbol sala

Al igual que la mayoría de los constructores y promotores inmobiliarios, Juan Sánchez tiene su propio palco de honor con su equipo de fútbol. En este caso, Gestesa Fútbol Sala. Cada fin de semana sufre por los logros de su equipo. Dice que con los años, porque él empezó en el negocio inmobiliario a los 24 años, ha aprendido a tener paciencia. 'Al principio, me preocupaba por todo, pensaba que siempre se iba a producir el desastre, pero ahora sé que haciendo las cosas de una manera más o menos honrada y continuada se pueden conseguir grandes éxitos'.A Gestesa le ve un futuro bastante prometedor. No en vano, asegura que durante años se ha preocupado de hacer una pequeña hucha, una cartera de suelo. 'Ahora viene un ciclo expansivo y nosotros estamos preparados para afrontarlo', afirma Sánchez.Desde su despacho, ubicado en las oficinas centrales de la compañía en Guadalajara, aconseja a todos los emprendedores que quieran aventurarse en la creación de su propio negocio que tengan como máxima virtud la tenacidad para saber superar obstáculos. También les recomienda no perder la ilusión por llevar a buen puerto aquello en lo que creen.Asegura que hay días que se encuentra sobrepasado de trabajo y se plantea, lo dice con al boca pequeña, aminorar la marcha de la compañía y no seguir en su estrategia expansiva. 'Pero al día siguiente, me arrepiento y pienso que lo que tengo que hacer es continuar con lo que he puesto en marcha.'. Lleva muy a gala, y así lo manifiesta, que el éxito le ha llegado a base de trabajo, firmeza y de oportunidades. 'Tuvimos la suerte de involucrarnos en un sector que estaba claro despegue, a lo mejor en otro no hubiéramos tenido tanto éxito. También tuvimos el acierto de no repartir fondos. Todo lo que hemos ganado lo hemos reinvertido en Gestesa'.

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