Adiós al monocultivo
Con el mercado en la zona de los 12.000 puntos es hora de replantearse hasta qué punto conviene estar en Bolsa. Una reflexión que, a tenor de los resultados de las distintas encuestas realizadas entre los gestores de fondos, está ya sobre las mesas de contratación. Algo que, en sí mismo, ya debería tranquilizar a los inversores, pues no es este tipo de cosas a las que se dedica el mercado cuando se desboca.
Pero, por más que los analistas advierten de la posibilidad de una corrección, el mercado parece cerrado en banda. Porque es bien distinto no comprar de vender. Y si alguien hoy ve que el mercado ha subido demasiado aprisa dejará de engordar la cartera. Pero también verá que no hay demasiadas alternativas de inversión, y sobre todo verá que aunque puede ahorrarse una corrección coyuntural del 5%, el 8% o el 10%, en las condiciones actuales recuperará las pérdidas antes de fin de año. Y podría perderse un tirón alcista inesperado.
Pero, ¿de qué se alimenta la convicción de que las cosas marchan bien? Porque hace seis o nueve meses había más dudas. Son los datos macroeconómicos, principalmente de Europa, China y Japón, los que indican que el crecimiento global va a ser superior a las expectativas, mientras que Estados Unidos renquea algo más de lo que se preveía. Lo que no es necesariamente malo. Al contrario, la menor contribución de este último país significa un modelo económico más equilibrado, y eso a su vez implica que los riesgos de descarrilamiento son menores. La aportación al crecimiento de Estados Unidos puede caer el 14% este año, un nivel muy bajo después de años de monocultivo.
Así, aunque las previsiones de beneficios empresariales sean más o menos las mismas, los mercados perciben que son más sólidas porque no dependen sólo de los centros comerciales en las áreas suburbanas de Estados Unidos. Es este escenario más equilibrado el que, paso a paso, ha acercado el Ibex a los 12.000 puntos.