Los americanos sortean la subida de la gasolina en scooter
La subida del petróleo está cambiando los gustos de los conductores estadounidenses. Con el litro de gasolina rozando los 1,80 dólares -un precio hasta ahora desconocido en Estados Unidos- los populares todoterrenos y rancheras que devoran hasta 18 litros a los 100 kilómetros resultan poco rentables. Las ventas de los vehículos de grandes dimensiones cayeron en torno al 9% hasta julio de 2005. Mientras, los automóviles híbridos, mucho más económicos y hasta ahora poco extendidos en Estados Unidos, aumentaron su distribución en un 155% en el mismo periodo.
Pero el encarecimiento del barril del crudo ha creado también otro ganador: el scooter. El ciclomotor está de moda en Estados Unidos, sobre todo en las regiones con climas benignos como California. Consume poco, es más barato y manejable que las motos de grandes cilindradas, ahorra atascos y, encima, es cool. Según el Consejo de la Industria Motociclista, las ventas de scooters en Estados Unidos se han duplicado desde 2000. En 2004 se vendieron más de 90.000 y se espera que 2005 se hayan logrado cifras superiores.
Los distribuidores del sector están haciendo su agosto. Barry Gwin, propietario de Scooter Center en San Francisco, afirma que sus ventas han crecido en torno al 20% en los últimos meses. 'La demanda aumenta porque los scooters están de moda y suponen una manera muy económica de desplazarse', afirma Gwin. Además, se aparcan bien, una ventaja a tener en cuenta en ciudades con problemas de estacionamiento como San Francisco. No hay un perfil definido del conductor del scooter. 'Nuestros clientes van desde el chaval que acaba de cumplir 15 años y medio edad a partir de la cual una persona puede obtener la licencia provisional para conducir vehículos hasta el señor de 80 años que quiere recordar su niñez', dice Gwin.
Vespa, que pasó dificultades en el mercado norteamericano en los años ochenta, ha visto cómo sus ventas han crecido un 110% durante su último ejercicio
La propia marca Vespa está gratamente sorprendida por su éxito en el mercado estadounidense, donde tuvo algunas dificultades en los años ochenta debido a los estándares de emisiones contaminantes. 'El scooter es una alternativa a los altos precios del petróleo. Desde luego, es un buen momento para Vespa', reconocen en la filial americana. Las ventas en Estados Unidos de la firma italiana Piaggio, que fabricó la primera Vespa en 1946, han crecido un 110% entre octubre de 2004 y el mismo mes de 2005, su último ejercicio contable.
Las marcas asiáticas como Honda, Yamaha o Kymco son también populares en Estados Unidos, donde han aumentado su oferta de modelos en los últimos años. Pero los más fanáticos y los miembros de los clubes son devotos en exclusiva de las Vespas y Lambrettas, sobre todo de las antiguas. En Estados Unidos existen una veintena de asociaciones de conductores de scooters que se reúnen regularmente para compartir su amor por los ciclomotores, conducir en grupo o visitar eventos como el Las Vegas High Rollers Weekend, que reúne cada año a unas 600 personas.
Barry Gwin muestra también una pasión de coleccionista por los antiguos ciclomotores italianos y cierta alergia por los modelos japoneses, de los que procura deshacerse cuanto antes si aterrizan en su tienda. La joya del establecimiento es una Lambretta modelo D de 1952 y precio de turismo mediano. 'Son 20.000 dólares, pero hago descuento si me pagas al contado', afirma Gwin.