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Construcción

FCC analiza compras en el negocio del agua tras ganar un gran contrato en Sicilia

FCC despliega velas en el negocio del agua. Su filial Aqualia acaba de lograr un contrato de 1.500 millones en Sicilia, uno de los mayores adjudicados en Europa. Y estudia compras para que Aqualia logre peso internacional. En el punto de mira están ciertos activos de Thames Water, filial del gigante energético alemán RWE.

El contrato para gestionar el agua en Caltanissetta, en Sicilia, es un paso dentro del plan para crecer en el exterior. Necesitará una inversión de 247 millones en mejoras, de los que 85 provendrán de fondos públicos. A cambio, el consorcio ganador, en el que Aqualia tiene el 51%, facturará 1.500 millones en 30 años.

El sur de Italia puede dar más juego. 'Como toda zona menos desarrollada, será un motor de crecimiento', apunta Fernando Moreno, director general de Aqualia desde hace una década. Aqualia ya es finalista en los concursos de Ragusa (Sicilia) y Vibo Valentia (Calabria), que supondrían unos 1.600 millones en ingresos. Además, está precalificada en el mayor contrato de desalación de la historia que adjudicará Israel por 1.125 millones.

Los contratos internacionales crecen. Pero el plan estratégico obliga a un crecimiento internacional rápido hasta 2008, ya que, como explicó el primer ejecutivo de Aqualia, prevé que el 30% de la facturación provenga del exterior y ahora el contador está a cero.

Para cumplirlo, FCC se plantea compras también en el negocio del agua, dentro del ambicioso plan de adquisiciones en el que destinará 3.000 millones hasta 2008, de los que ya ha gastado algo más de 500 millones. Sólo en cementos se plantea invertir unos 900 millones, aparte de la oferta pública de adquisición (opa) por el 69% que no posee de Cementos Lemona.

En el agua, 'estamos analizando oportunidades', señala Moreno. Una de las posibilidades es la compra de ciertos activos de la británica Thames Water, tercera del mundo en gestión del agua. Su dueña, la eléctrica RWE, decidió hace unos meses centrarse en energía y vender el negocio del agua de Thames Water en Europa y Chile y también American Water. Entre los activos de la primera, figuran las filiales españolas Pridesa y Ondagua (fusionadas y con peso en el negocio de desaladoras) que RWE no logró vender el año pasado. Pedía más de 150 millones. FCC se interesó en su momento. Y también presentaron oferta su rival y accionista Acciona, al igual que el ex socio de Esther Koplowitz en el capital de FCC, el grupo francés Veolia.

Ahora, la tercera constructora española estudiará de nuevo la compra, proceso en manos del banco de inversión estadounidense Goldman Sachs. Sin embargo, una portavoz oficial de Pridesa aseguró que el proceso no se ha abierto y que la venta de Thames Water se prevé más a medio plazo.

Mientras se concretan las oportunidades, Aqualia, con una facturación de 570 millones, no descarta acortar la brecha como segundo operador en agua con el primero, Aguas de Barcelona. Competirá por los contratos del área metropolitana de Barcelona.

Privatizaciones y desaladoras son el futuro

En Italia, sólo el 10% de la gestión del agua está en manos privadas. 'Y Polonia, donde estamos pendientes del primer concurso, está virgen en este campo', afirma Fernando Moreno, director general de Aqualia. La compra aún por materializar a la francesa EDF del grupo austriaco de gestión de residuos Abfall Service AG (ASA) abre también nuevas vías de crecimiento por su presencia en Europa del Este. El futuro está en las concesiones pero también en la privatización de empresas públicas, como la de Aquaport, en Portugal. Con una cartera de negocio pendiente de 9.000 millones, el 40% del total de FCC, Aqualia espera el arranque del programa de desaladoras del Gobierno español, AGUA, ya con retraso. En unos dos meses, prevén los primeros concursos.

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