Un récord para el capital riesgo
Compra de empresas cotizadas y pujas por grandes grupos han marcado un ejercicio en el que se han duplicado las inversiones
Muchas estructuras de cobertura con derivados cuestan dinero, pero hay que ponerlas en situación con las pérdidas que se puden sufrir si no se llevan a cabo
Al contrario que en ejercicios anteriores, el capital riesgo no se ha limitado en 2005 a la adquisición de empresas pequeñas o medianas, generalmente de propiedad familiar. Estas sociedades han sido, de hecho, protagonistas de la Bolsa, impulsando valores al alza por los rumores o las ofertas realizadas. La actuación del capital riesgo ha supuesto, además, la retirada de cotización de Amadeus (compañía que formaba parte del Ibex) o de Recoletos. Lo mismo ocurrirá con Cortefiel, cuando concluya la opa de exclusión.
La central de reservas aéreas fue adquirida por Wan, sociedad participada por BC Partnets, Cinven, Iberia, Air France y Lufthansa a través de una opa que requirió un desembolso superior a los 4.000 millones de euros. Después de esa oferta, las sociedades capital riesgo se hicieron con más del 53% del capital de Amadeus.
En el caso de Cortefiel, se demostró, además, cómo esas sociedades compiten entre ellas, ya que Pai y Permira, por un lado, y CVC, por otro, pujaron por la compañía de la familia Hinojosa. Al final se logró un acuerdo entre las tres para repartirse a partes iguales el capital de la empresa textil. Una competencia similar se vivió por Aldeasa, aunque al final los ganadores fueron Altadis y Autogrill.
'Creo que ha sido el mejor año de la historia en España del capital riesgo. Llevo nueve años en la dirección de Ascri (asociación española de entidades de capital riesgo), y es el más importante que he visto', señala su presidente Jorge Mataix. En su opinión, esa relevancia se debe a dos factores: 'por una parte, el nivel de actividad de inversión; pero también porque ha sido un año récord en cuanto a retornos y desinversiones. En este apartado, las cifras no están disponibles, pero la sensación que tengo es que ha sido muy bueno', añade Mataix.
La inversión de las sociedades de capital se cifra cercana a 4.000 millones de euros en 2005, según los datos provisionales. Con ese volumen se duplica la inversión del año anterior, que también fue un récord, y que ascendió a 1.967 millones de euros.
Pero los datos habrían sido más espectaculares todavía si se hubiera cerrado con éxito la operación más ambiciosa que el capital riesgo ha intentado en España: la compra del grupo Auna por unos 12.000 millones de euros, una compra que le fue arrebatada por France Telecom. También después de complicadas negociaciones, JP Morgan y Providence participaron en la compra de Auna Telecomunicaciones con ONO. Otras operaciones relevantes han sido la compra de Panrico, juguetes Famosa y los gimnasios Holmes Places.
Un aspecto adicional que destaca Jorge Mataix como muestra de la pujanza de las entidades de capital riesgo en 2005 es que 'los fondos españoles han logrado captar importantes sumas de inversión, lo que significa que cada vez más inversores confían en este vehículo'.
Sin embargo, los datos de 2005 arrojan cifras, todavía provisionales, en las que se pone de manifiesto que cerca del 75% corresponden a fondos paneuropeos. Según Ascri, 'predominan los inversores internacionales y las entidades financieras nacionales en el total de volumen de fondos gestionados. Y se mantiene la escasa presencia de los inversores institucionales nacionales (fondos de pensiones y compañías de seguros)'.
Mataix asegura que la aprobación por el Gobierno de la nueva ley de capital riesgo 'ha sido otro de los éxitos del sector. España está ahora entre los mejores marcos regulatorios de Europa, si no el mejor. Creo que estamos ya muy cerca de convertirnos en el tercer mercado europeo de capital riesgo, por detrás de Reino Unido y Francia'.
Desde Ascri se subraya que la entrada del capital riesgo en sectores en los que todavía no había intervenido no ha supuesto un abandono de los más tradicionales. Un 31% de la inversión se ha destinado a empresas de productos de consumo, un 29% a servicios y un 8,3% al de medios de comunicación.
Salida a Bolsa de Dermoestética
Aunque en principio la actividad de las sociedades de capital riesgo resta valores y liquidez a la Bolsa, también es cierto que, después de unos años de estar gestionadas por estos inversores, algunas empresas quedan preparadas para salir a los mercados. Así, en 2005 se ha alcanzado un récord en las desinversiones, con un aumento superior al 250%. La operación más significativa fue la salida a Bolsa de Dermoestética, participada por Inversiones Valencia y Ged Iberian, que ha sido la única OPV que ha registrado la Bolsa española durante 2005. El mecanismo de desinversión más utilizado ha sido la recompra por parte de los accionistas originales.