_
_
_
_
5d. Para invertir

Presión a las cajas para que coticen en Bolsa

La CE, el FMI y la CNMV recomiendan a estas entidades que se sometan, como los bancos, a la disciplina del mercado de valores

La sombra de los bancos vuelve a proyectarse sobre las cajas de ahorros españolas. Los reproches a su peculiar naturaleza jurídica -no son sociedades anónimas como sus competidores, sino fundaciones privadas con presencia política en sus órganos de gobierno- encuentran eco esta vez en un informe de la Comisión Europea en el que se cuestiona esta estructura legal, y en otro del Fondo Monetario Internacional, en el que se las insta a cotizar en Bolsa y someterse, al igual que los bancos, a la disciplina del mercado. Injustas o no, las críticas de la CE y las recomendaciones del FMI han puesto de nuevo sobre la mesa las cuotas participativas, el instrumento financiero que permite a las cajas captar recursos de primera categoría, al mismo nivel que las acciones, en los mercados de valores.

Lo cierto es que casi un año después de que la normativa (Real Decreto 302/2004, de 20 de febrero) abriera a las cajas la posibilidad de captar recursos casi en igualdad de condiciones que los bancos, ni una sola entidad se ha decidido a emitir estos títulos. La oferta disponible del sector bancario en las bolsas españolas se limita, por tanto, a catorce bancos cotizados (cinco de ellos en el Ibex) y, hoy por hoy, el inversor en renta variable tiene aún vetada la posibilidad de invertir en las cajas, lo que deja fuera de la Bolsa nada menos que a la mitad del sistema financiero español.

Esta circunstancia no sólo ha causado extrañeza en los organismos internacionales. El propio presidente de la CNMV, Manuel Conthe, pidió esta semana a las cajas que hicieran uso de la posibilidad que tienen de emitir cuotas participativas y que 'sometan su cuenta de resultados a la disciplina de la renta variable'. La propia CNMV decidió que este tipo de producto cotizara en Bolsa y no en el mercado de renta fija, como las participaciones preferentes.

El ejemplo de las cajas francesas, que se disponen a adelantar su proyecto de salida a Bolsa, o el éxito de la experiencia de las cajas noruegas son, además, referentes internacionales que animarían la cotización de las españolas.

Los expertos creen, sin embargo, que probablemente pasarán algunos años antes de que veamos la primera emisión. 'Las cajas de ahorros no han emitido cuotas sencillamente porque no lo han necesitado', asegura Alfonso García, experto en banca de Analistas Financieros Internacionales. Este experto considera que 'la cotización no debe ser tanto un requisito para la caja o una obligación, como una necesidad', aunque cree que 'sería positivo para las propias entidades que se sometieran al escrutinio del mercado'. En su opinión, desde el punto de vista de los inversores sería muy interesante 'comparar de forma directa la reacción de los mercados de valores ante dos tipos de empresas en el mismo mercado de productos y servicios, pero con diferente naturaleza jurídica y una orientación básica distinta, capitalista en el caso de los bancos, y social en el de las cajas de ahorros'.

Jesús Martínez, experto en banca de Standar'd & Poor's, coincide en que las cajas no han necesitado todavía este tipo de financiación e igualmente piensa que pasará bastante tiempo antes de que acudan a la Bolsa. 'Las cajas tienen flexibilidad financiera suficiente gracias a sus participaciones industriales y a la emisión de otros instrumentos híbridos como las participaciones preferentes o la deuda subordinada. Mantienen buenas ratios de capital y la situación no es, en absoluto, apremiante', asegura.

Así aunque varias cajas (Caixa Galicia, Caja Murcia, Caixanova o incluso Caja Madrid) aprobaron en sus asambleas la posibilidad de emitir este instrumento, ninguna lo ha utilizado hasta la fecha. Las reservas siguen siendo la principal vía de aportación a los recursos propios, seguida de la deuda subordinada y de las participaciones preferentes, cuya emisión resulta a las entidades menos onerosa que la que resultaría de las cuotas. El año pasado, el impacto de aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) favorecieron también el cálculo de recursos propios. La nueva normativa de Basilea tendrá también un impacto positivo, por lo que no parece probable que a corto y medio plazo las necesidades financieras lleven a las cajas a la Bolsa. A menos que se tengan en cuenta otras consideraciones, las cajas seguirán, de momento, ajenas al escrutinio de los mercados.

Cuotas participativas. Las claves para el inversor privado

 

Las cuotas participativas, aunque son renta variable pura y cotizarán en Bolsa, no son exactamente como las acciones. A diferencia de un accionista, el cuotapartícipe no tiene derechos políticos, sólo derechos económicos.

Ningún inversor podrá tener más de un 5% de las cuotas en circulación de una caja.

La emisión de las cuotas estará sometida a la Ley del Mercado de Valores y el legislador se ha comprometido a garantizar que las colocaciones se hagan en condiciones de máxima transparencia y competencia y a que tengan liquidez suficiente.

La retribución de las cuotas, sin embargo, está relativamente regulada para salvaguardar la solvencia de la entidad y el respeto a la obra social. Así se ha fijado un mínimo al porcentaje de retribución idéntico al de la obra social y un máximo del 50% de los beneficios.

La emisión de cuotas proporciona a las cajas más posibilidades de fidelizar a clientes que quieren vincular sus inversiones al negocio de las cajas.

Más información

Archivado En

_
_