La OCDE cree que es pronto para subir los tipos en Europa
La OCDE estima que la zona euro crecerá un 2,1% en 2006, frente al 1,4% previsto para este año. El informe publicado ayer dibuja una mejora generalizada de la producción y una contención de los precios, una vez que el shock producido por el petróleo amaina sin que se haya trasladado a la inflación subyacente.
El oscuro panorama que se cernía sobre la economía de los países más desarrollados a causa de la subida del precio del petróleo empieza a aclararse. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), organismo asesor de los 28 países más ricos del planeta, constata en su informe económico publicado ayer que Estados Unidos, Japón y Europa disfrutarán de saludables tasas de crecimiento en su Producto Interior Bruto en los próximos dos años. El pronóstico es especialmente favorable para la zona euro, cuyo crecimiento pasaría del 1,4% este año al 2,2% en 2007. Como telón de fondo de esta previsión está la reciente evolución del barril de crudo: el de Brent llegó a cotizar ayer a menos de 54 dólares en Londres, el precio más barato desde hace cuatro meses. El barril de referencia en Europa llegó a pagarse a más de 70 dólares en septiembre pasado.
Los últimos datos de crecimiento de la zona euro avalan la tesis de que los doce empiezan a sacar la cabeza, después de cuatro años rondando el estancamiento. El economista jefe de la OCDE, Jean-Philippe Cotis, sostiene en su editorial que la recuperación de Europa está siendo facilitada por los bajos tipos de interés, la depreciación del euro y la fortaleza del sector exterior, 'si bien la demanda doméstica todavía crece por debajo de la senda adecuada'.
Cotis considera que 'prácticamente todos' los países han mantenido la estabilidad de precios a pesar del shock del petróleo 'sin comprometer por ello la actividad'. La 'ausencia de efectos de segunda ronda', según la cual la subida de precios no se ha trasladado completamente a las demandas salariales, ha permitido que las previsiones de inflación a largo plazo 'se mantengan bien ancladas'. Por ello, Cotis envía un mensaje al BCE, que podría elevar los tipos de interés desde el 2% hasta el 2,25% mañana mismo: 'debería esperar a que la recuperación en la zona euro tome impulso'.
El barril de petróleo bajó ayer de 54 dólares, su menor cota en los últimos cuatro meses
Si se mantiene la estabilidad de precios (que, según Cotis, sólo se vería truncada por una nueva escalada petrolera), el ímpetu de las economías asiáticas y estadounidense, unido al gasto de los mayores ingresos petrolíferos en los países exportadores, llevarían a que se prolongase la expansión mundial 'que finalmente se extendería a las convalecientes economías europeas'. De ahí la mejora de las previsiones para los dos próximos años, algo excepcional en los últimos informes de los grandes organismos internacionales.
Riesgos de los desequilibrios
La OCDE señala la vitalidad de la economía estadounidense, que se ha mantenido pese a 'devastadores huracanes y rupturas en la oferta energética'. Sin embargo, el actual motor del crecimiento mundial porta consigo uno de los mayores riesgos a su sostenimiento. Al margen de que se pueda producir un nuevo shock petrolífero, la mayor amenaza al panorama global son, según Cotis, los 'desequilibrios de cuenta corriente', representados por el déficit comercial de EE UU y la infravaluación de las monedas asiáticas. Este riesgo, también mencionado en todos sus informes por el Fondo Monetario Internacional, tenderá a agrandarse en los próximos años: la OCDE calcula que el déficit comercial estadounidense alcanzará el 7% de su PIB en 2007, al tiempo que China y Japón agrandarán sus enormes superávits. Según Cotis, estos desequilibrios reflejan políticas económicas inadecuadas, 'sobre todo grandes déficits presupuestarios e incentivos fiscales sesgados hacia el ahorro', en EE UU.
La OCDE insta a los países miembros a realizar esfuerzos para nutrir el crecimiento global a través de reformas estructurales y un sistema comercial más abierto. Así, Cotis señala que 'una conclusión exitosa' de la ronda de Doha de la OMC y 'mayores progresos' en las reformas agrícolas contribuirían a hacer más sostenible el crecimiento.
La baja competitividad amenaza la boyante economía española
El organismo asesor celebra 'la prioridad dada por las autoridades españolas al redirigir gasto público hacia la mejora de la productividad'. El informe otorga buenas notas a la economía española en términos de crecimiento de PIB (3,1% en 2006 y 3,4% el año siguiente), que se mantendrá fuerte tirado por la 'boyante' demanda doméstica y un 'cierto repunte' de las exportaciones al hilo de la recuperación de los grandes países de la zona euro. Así, frente a la contribución negativa al PIB de 1,8 puntos el año pasado, el sector exterior restaría 1,5 en 2005 y sólo 1,2 el año que viene.La OCDE estima que la inflación tenderá a moderarse en los próximos meses, al tiempo que la subyacente (que no computa energía y alimentos frescos) 'seguirá estabilizada'. Sin embargo, el informe advierte de que el diferencial de inflación con la zona euro 'probablemente persistirá, erosionando aún más la competitividad'. Las recetas de Jean-Philippe Cotis, economista jefe de OCDE, pasan por 'mayor flexibilidad' en la indexación salarial y por 'una situación fiscal más restrictiva', que reduciría la presión de la demanda sobre los precios al tiempo que prepararía al país para las 'consecuencias fiscales del envejecimiento de la población'. España logrará este año un ligero superávit presupuestario, después de que el PIB crezca más del 3% que el proyecto de Ley de Estabilidad Presupuestaria señala como umbral a partir del cual debe haber números negros.