Swisscom y el Gobierno suizo se enfrentan por la internacionalización
Iba a ser una de las operadoras más activas en la consolidación del sector de las telecomunicaciones en Europa, pero su accionista mayoritario no está de acuerdo con ello. Y es nada menos que el Gobierno suizo, que posee el 66% de Swisscom y ha puesto fin a los intentos del ex monopolio estatal de telefonía de comprar en el exterior.
Las palabras son del portavoz del ministro de Finanzas, Dieter Leutwyler: el Gobierno 'va a bloquear acuerdos con empresas extranjeras' mientras tenga una participación mayoritaria en Swisscom. El salto internacional les parece demasiado arriesgado.
La postura del Gobierno no ha gustado a los gestores de la operadora, que en estos momentos está envuelta en dos transacciones de calado. Hace semanas que avanzó su interés en hacerse con la irlandesa Eircom, en una operación de 2.600 millones de euros. Además, es una clara candidata a comprar la danesa TDC, sola o en asociación con varias firmas de capital riesgo británicas y estadounidenses.
La cúpula ejecutiva de Swisscom ha evitado el cruce de declaraciones en esta polémica, pero su posición oficial deja claro que no está de acuerdo. La decisión del Gobierno 'no releva ni al consejo de administración ni al comité ejecutivo de su obligación legal de cumplir con sus deberes de forma responsable en el mejor interés de la compañía y de todos sus accionistas', ha afirmado la compañía.
Medidas legales
En previsión de un conflicto, el portavoz del ministro de Finanzas ya ha adelantado que el Gobierno no descarta tomar acciones legales si Swisscom lanza una opa o participa en una operación de compra sin su consentimiento.
El problema para Swisscom es que el mercado local suizo es pequeño y está decreciendo por la intensa competencia. Para asegurarse crecimientos futuros ha visto la necesidad de salir de sus fronteras y justo ahora ha encontrado a dos objetivos que cumplirían con el diseño de futuro que se ha marcado, Eircom y TDC.