Los cajeros hablan chino
El aumento de inmigrantes obliga a las entidades a rediseñar sus productos y servicios y contratar empleados de otras nacionalidades
Desea realizar alguna operación?', '¿Quiere consultar sus últimos movimientos?', 'Su saldo es...'. æpermil;stos y otros mensajes que hasta ahora se ofrecían además de en castellano en algunas otras lenguas, dependiendo de la entidad, desde hace algunas semanas ya están en chino. En el sentido literal. La Caixa ha sumado a las once lenguas disponibles en sus cajeros automáticos el chino y también el árabe. Y éste es sólo uno de los cambios que la entidad está implementando con motivo de la llegada de inmigrantes, y obviamente, del incremento que está registrando este colectivo sobre su base total de clientes.
María Victoria Matía, subdirectora general de La Caixa, así lo confirma. 'Se trata de ampliar la gama de servicios para el colectivo de inmigrantes que en La Caixa ya son 550.000, 46.000 son chinos, cerca de 90.000 de Ecuador y más de 101.000 de Marruecos'. De forma paralela, y como un guiño a los clientes de ambas nacionalidades y también a otros como los de Ecuador, la entidad catalana ha emitido varias tarjetas con imágenes de ciudades o monumentos muy conocidos para los chinos, ecuatorianos y marroquíes, este último el colectivo de inmigrantes mayoritario en España actualmente.
Para utilizar las nuevas opciones de lenguas, el cliente sólo tiene que cambiar el idioma de la tarjeta desde la opción 'Operaciones de la tarjeta y puntos estrella' en el mismo cajero. Pero cuidado. Para los no duchos en chino o en árabe, volver al menú principal puede ser toda una odisea.
La Caixa y BBVA son las entidades más activas
En el lado práctico, el añadir más idiomas a las opciones de los cajeros, además de facilitar operaciones tan simples como la extracción de efectivo o la consulta de últimos movimientos, tiene por objeto posibilitar el envío de dinero a los países de origen de estos clientes en cualquier momento y desde cualquier terminal gracias a la Tarjeta Internacional Transfer, lanzada hace ahora tres años y que permite realizar transferencias desde la cuenta del cliente a otra entidad financiera con la que exista un acuerdo de colaboración (la entidad mantiene acuerdos con bancos de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Filipinas, Marruecos, Perú, República Dominicana, Rumanía, Senegal y Venezuela). Esta tarjeta, que el primer año es gratuita, tiene una cuota anual de tres euros. 'Como norma general, La Caixa cobra una comisión preferente de seis euros a los emisores de la transferencia, que sean clientes de la entidad, y nueve euros a los no clientes', señalan desde la entidad en relación a los gastos.
Aunque las más destacadas, no son éstas las únicas novedades que incorpora ni la caja catalana en particular, ni el sector bancario en general. El aumento de inmigrantes que está registrando nuestro país, y que alcanza ya los tres millones, está obligando a las entidades a reinventarse y adecuar tanto sus productos como sus servicios e incluso la formación y contratación de sus empleados. Buen ejemplo de ello son los 300 empleados de 48 nacionalidades distintas que ya trabajan en La Caixa, incluido los de China y Marruecos.
La creación de Dinero Express por parte del grupo BBVA, una combinación a mitad de camino entre sucursal bancaria y establecimiento remesador, es otra muestra de ello. 'Es una tienda multiservicio en la que se permite desde la domiciliación de nóminas, la contratación de cuentas, la suscripción de créditos hipotecarios hasta el envío de dinero o una bolsa de trabajo y otra de alquiler de vivienda así como un servicio de asesoría jurídica por teléfono', señala Miguel Ángel Muñoz, consejero delegado de Dinero Express.
En este tipo de establecimientos, que ya alcanzan casi los 40, los trabajadores son todos inmigrantes y casi todos latinoamericanos ya que como señala Muñoz, son el colectivo mayoritario de clientes. 'Hasta ahora nuestro mercado natural ha sido el mercado latioamericano donde además de contar con 6.500 puntos de pago en América Latina, gracias a acuerdos con los bancos o de nuestras propias filiales, conforman nuestra base más amplia de clientes', sostiene.
Y es que contratar empleados extranjeros para atender a los clientes de su misma nacionalidad no es un capricho de los bancos. 'Aunque en nuestro caso todos hablan castellano, estudiamos donde abrimos los nuevos establecimientos e intentamos que los empleados hablen el mismo idioma que los clientes por afinidad y porque dan mayor sensación de confianza', añade Muñoz.
El próximo reto de esta entidad es el colectivo de rumanos y el de marroquíes. En este caso, y a diferencia de La Caixa, todavía no están modificando ni sus cajeros ni los folletos de información de sus productos, aunque no descartan hacerlo en el futuro. 'Por el momento hemos pensado en adaptar la publicidad a estos dos nuevos idiomas y tenemos en proyecto derivarlo a otras lenguas, pero ya se verá', señala Muñoz.
En el caso de La Caixa, la adaptación, ya realizada en más de la mitad de los más de 7.000 cajeros que tiene la entidad en toda España, estará completada a finales de noviembre. Estos servicios, sin embargo, no son exclusivos de los cajeros, el servicio CaixaGiros también está disponible en internet a través de Línea Abierta.
Un ejemplo más del esfuerzo de algunas entidades por adecuarse a estos colectivos es el horario de los establecimientos creados especialmente para ellos. Dinero Express abre de 10 de la mañana a 10 de la noche todos los días del año. Y es que la escasa bancarización de estos clientes y su potencial financiero escapa a muy pocos.
De los turistas a los residentes
La atención que un día se focalizó en los turistas extranjeros, que poco a poco demandaban productos y servicios financieros, hoy se centra en los otros usuarios que con menos poder adquisitivo a priori terminarán demandando una oferta más amplia de productos. Los turistas alemanes, ingleses u holandeses que demandan cuentas y alguna que otra hipoteca en las zonas costeras, están dando paso en las prioridades de los bancos a chinos, árabes o ecuatorianos, que a las cuentas, suman remesas, hipotecas y todo, de forma permanente.
Las remesas, un negocio más en el banco
CaixaGiros o BTS. Un servicio en el primer caso, de la Caixa, y una plataforma, del BBVA, en el segundo. El envío de dinero desde España a los lugares de origen de los inmigrantes se ha convertido en un negocio del que pocos quieren quedar fuera.En la mayoría de los casos gracias a acuerdos entre las entidades españolas y otros bancos en el país nacional del cliente, este servicio se ofrece de forma más rápida y en algunos casos más barata. Además, y como señalan en BBVA, ofrecen un valor añadido sobre las remesadoras puras y duras cuya actividad está limitada al envío de dinero. Otra de las entidades que está apostando por este colectivo es Banco Popular que para facilitar la compra de viviendas de nacionales ecuatorianos ha firmado recientemente un convenio con el Banco del Pichincha para facilitar la compra de viviendas en Ecuador por parte de los trabajadores ecuatorianos que viven en España.La búsqueda de trabajo o una casa en alquiler son servicios añadidos que también ofrece, por ejemplo, Dinero Express.