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Comercio exterior

Las inversiones extranjeras hacia España caen un 65% en el primer semestre

La inversión directa bruta en España de los ciudadanos y empresas extranjeras cayó fuertemente, el 65,1%, en el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, situándose en sólo 2.587 millones de euros. Lejos quedan los 40.000 millones cosechados hace sólo cinco años.

El dato, hecho público el viernes por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, sorprende menos si se tiene en cuenta la evolución a la baja ya producida durante todo 2004. Si se descuentan las inversiones en entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), la inversión extranjera en España en el primer semestre fue de sólo 1.997 millones, con un descenso menor (42%) pero también significativo.

El Gobierno sitúa esta evolución en un proceso más generalizado que está viviendo el mundo desarrollado, en el que los flujos inversores se desplazan hacia áreas emergentes como el sudeste asiático, China y, en menor medida, Europa del Este y América Latina.

La mayor parte de las inversiones hacia España (92%) provino hasta julio de países de la OCDE. Como viene siendo habitual, dentro de este área, los países de la UE son la principal región de origen (83,4%). Así, Holanda (24,2%), Alemania (17,6%), Francia (15,4%) y Luxemburgo (11,5%) aparecen como los principales países de origen inmediato de la inversión foránea.

Gran parte de los fondos van a entidades de mera tenencia de valores, para aprovechar su baja fiscalidad

Los principales sectores de inversión son, por este orden, las actividades inmobiliarias (19%), la industria química (16,9%), la intermediación financiera (13%) y el comercio (10,4%). Aunque la cuantía de la inversión y el reducido periodo de tiempo analizado (seis meses) no permite extraer conclusiones para todo el año, el informe oficial de Industria destaca cómo 'la inversión en actividades de promoción inmobiliaria aparece en primer lugar, tanto en el primer semestre de este año como en el primero de 2004'.

Sin duda, el boom de la vivienda que lleva registrando el país durante más de tres años anima a los ahorradores desde fuera de las fronteras, con promesas de rentabilidad muy por encima de las que pueden obtener en la Bolsa, a pesar de las últimas revalorizaciones en los mercados secundarios.

Ventas a nacionales

La caída de los flujos inversores también se produce si se mira en términos netos (descontadas las desinversiones). Así, la inversión extranjera neta hacia España fue en el primer semestre de 34 millones de euros, lo que supone una fuerte caída, del 98,5%. Este descenso significa que las desinversiones superaron con creces a las inversiones realizadas. El Gobierno aclara, no obstante, que el 95% de las desinversiones 'corresponden a ventas efectuadas por extranjeros a inversores nacionales, no a deslocalizaciones' de empresas a otros países. Dicho de otra forma, los fondos permanecen en la economía española aunque cambiando de manos, de no residentes a residentes. Sin embargo, el problema estriba en que los flujos que otros años venían hacia España ahora se dirigen hacia otras zonas.

Mención aparte merece la evolución de las llamadas ETVE. El fuerte crecimiento de este tipo de inversiones registrado desde 2000 a 2002, 'parece haberse agotado' definitivamente, según reconoce Industria. El atractivo de estas entidades radica en una peculiar legislación, vigente desde diciembre de 2000, que les permite una baja tributación.

En la práctica, son simples sociedades 'carcasas', en las que los fondos permanecen por motivos fiscales, no para crear riqueza. Ahora es más rentable invertir en otras zonas del Planeta con potencial de crecimiento superior a la prima fiscal que reciben en España.

Cataluña y Madrid, en cabeza

Las inversiones extranjeras en España se hallan muy concentradas. La Comunidad Autónoma de Cataluña recibió hasta julio la mayor parte de los flujos (el 44,3% del total), seguida de la madrileña (34,3%) y la andaluza (7,8%).La tendencia a la localización de las sedes sociales de muchas compañías en grandes ciudades introduce un sesgo a favor de zonas de influencia metropolitanas como las de Madrid o Barcelona.Aunque el Gobierno avisa de que la 'localización real de las inversiones' podría dar un reparto menos polarizado hacia estas dos áreas, lo cierto es que las inversiones directas siempre van buscando las mismos zonas, que son la capital de España o las costas. El Ministerio de Industria y el de Fomento están realizando un esfuerzo especial, junto a los Gobiernos regionales, para que se creen centros inversores dispersos por el territorio nacional, potenciando la red de infraestructuras.

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