Cajas, un sector por consolidar
Hace unos meses fueron las fusiones bancarias transfronterizas las protagonistas del sector financiero europeo. La compra del británico Abbey por el Santander animó el mercado. El BBVA intentó adquirir en Italia la BNL, aunque no lo consiguió. A pesar de ello, demostró, junto al Santander, que la banca española está preparada para jugar un papel protagonista de los cambios financieros europeos.
Las cajas, mientras, siguen ganando cuota de mercado en el territorio nacional. Grandes o pequeñas, son las primeras entidades financieras de sus territorios de origen. Pero sus mercados tienen un límite. Los presidentes de las tres cajas vascas, ahora en proceso de fusión, aseguran que es más rentable contar con una gran caja en el País Vasco que con tres pequeñas, abocadas a perder protagonismo en su propio territorio en favor de entidades como La Caixa o Caja Madrid. En Galicia, el recién estrenado Gobierno también pretende fomentar la fusión de las dos cajas autonómicas. Lo mismo ocurre en Andalucía, y las voces a favor de integrar las cajas extremeñas o las de Castilla-La Mancha han vuelto a hacerse oír.
La competencia entre entidades, sean cajas, bancos o cooperativas de crédito, es sana y buena para el sistema y para los consumidores. Para ello es preciso que haya pluralidad, pero también que los contendientes sean fuertes. De ahí que sea necesario avanzar en la consolidación del sector de cajas. Mientras los grandes bancos saltan fronteras, las entidades de ahorro siguen debatiendo sobre si se fusionan o no dentro de sus respectivas comunidades autónomas. Si los números cuadran y los consumidores salen beneficiados, no sólo serían buenos estos procesos sino también enlaces entre cajas de ahorro de distintas comunidades.