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Elecciones en Japón

Japón decide su futuro en un clima de optimismo

Los inversores apuestan por la Bolsa nipona tras conocer que los sondeos dan la victoria a Koizumi. Creen que el respaldo de las urnas fortalecerá su plan de reformas económicas.

Japón se juega este domingo el futuro de sus reformas económicas. Los electores de este archipiélago de casi 130 millones de habitantes están convocados a las urnas para decidir el color de los 480 escaños de la Cámara Baja. Pero con la elección de su futuro Gobierno, el país dará una señal a los que miran con interés la recuperación de sus mercados: si continúan o no con el proceso de reformas que el primer ministro en funciones, Junichiro Koizumi, ha ido implantando a trancas y barrancas, ante las reticencias de la oposición y parte de su propio partido, el Demócrata Liberal.

La opción favorita de analistas e inversores es la continuidad del primer ministro. Por eso, son optimistas ya que los sondeos le dan la victoria con un alto índice de participación (75%) y los indicadores económicos, como el paro (4,4%) o el consumo, son buenos. Además, la economía japonesa crece al ritmo más alto de los últimos tres años y los índices no dejan de subir, incluso después de conocerse la convocatoria de elecciones anticipadas, un factor que siempre aporta inestabilidad. La Bolsa acumula una subida de casi el 10% en lo que va de año y parece tener consolidado el soporte de los 12.500 puntos.

Pero aunque la derrota de Koizumi parece improbable, ¿qué pasará en los mercados si su partido no es el más votado? En este aspecto, los analistas difieren. Enrique Dorado, de la gestora de fondos japonesa Nomura, considera que la desilusión de los inversores se notaría, sobre todo, a corto plazo. 'El mercado japonés sube gracias a los extranjeros, que ven con buenos ojos a Koizumi. Ellos consideran la convocatoria de elecciones anticipadas como una manera de refrendar su política reformista y eliminar obstáculos a sus iniciativas, como la privatización de Correos, que fue vetada por el Parlamento y desencadenó el adelanto electoral. Creo que una hipotética derrota de Koizumi dañaría su optimismo hacia Japón', declara Dorado. Aun así, matiza: 'Al final, lo que importa son los datos económicos. Si la economía va bien, esto subirá'.

José Luis Martínez, estratega de Citygroup, no está de acuerdo. 'Nosotros estamos bastante neutrales hasta que pasen las elecciones'. Martínez opina que si Koizumi no es reelegido, las consecuencias en la economía se notarán bastante más que a corto plazo. Apunta algunas cifras: 'Sería una gran decepción. Es verdad que, al poco tiempo, los mercados se corregirían porque Japón apunta un crecimiento por encima del punto y medio para este ejercicio. Pero, en adelante, si no se consiguen eliminar las rigideces y riesgos obsoletos del sistema financiero, su economía no podrá progresar por encima del 2%'.

Un reciente informe de Mellon Global Investments era más escéptico sobre la influencia del contexto político en los mercados: 'Creemos que la incertidumbre va a tener un efecto muy neutral en el mercado de valores. Después de las primeras noticias, esperamos que los inversores vuelvan a fijarse en los saludables indicadores de las empresas'.

Precisamente, el informe mensual del Gobierno nipón hablaba de la salud del sistema: consideraba que la mejora de los beneficios empresariales y el aumento del gasto de los consumidores han sido determinantes en la 'moderada' recuperación de la economía japonesa. José Luis Martínez, en cambio, no cree que el consumo familiar vaya a empujar a la economía: 'Aunque Koizumi ha prometido disminuir los impuestos, los salarios se están moderando y el consumo se mantiene bastante deprimido, en torno al 7% del PIB'. Martínez apunta, en cambio, que el crecimiento del 1% del PIB en el segundo trimestre del año tiene más que ver con el aumento de la inversión extranjera, el equilibrio de la balanza comercial, con una subida anual de las exportaciones a China del 9%, y la buena situación de dos potencias con gran influencia en la economía nipona: China y Estados Unidos.

Así, gestores como Enrique Dorado creen que las compañías manufactureras, los bancos y aseguradoras van a seguir comportándose bien (a excepción de las electrónicas, como Sony, perjudicadas por una fuerte caída de los precios). Dorado recomienda grupos financieros como Mitsubishi, Mizuho o Sumitomo Mitsui. Y manufactureras como Fanuc o SMC.

Además, para los que prefieran invertir en un fondo, la mayoría de entidades españolas disponen de ellos. También hay bonos en yenes. Citygroup, por ejemplo, anunció esta semana que va a emitir bonos por valor de 230 billones de yenes.

El creciente interés extranjero por la moneda japonesa y sus expectativas de revalorización explican este movimiento. Aunque un informe de Morgan Stanley era cauteloso: 'Los fuertes datos económicos refuerzan al yen, que se ha apreciado considerablemente las últimas semanas. Mientras los inversores extranjeros sigan creyendo en las reformas seguirán apoyando la subida de la divisa. Pero a medio plazo la perspectiva no es tan favorable porque una mejora económica favorecerá salidas de divisas domésticas que provocarán una bajada del yen respecto al dólar'.

Otro factor podría truncar las esperanzas de Japón: los altos precios del petróleo. De momento, la subida no se está dejando ver, pero las consecuencias del huracán Katrina en Estados Unidos podrían agravar la situación pues el país asiático es un importador neto y no se sabe hasta dónde puede escalar el precio del oro negro.

El reto de superar la deflación

La caída de los precios ha perjudicado a la economía de Japón durante más de siete años. Para paliar este problema, el Banco Central ha ido inyectando liquidez en el sistema financiero y utilizado una política monetaria flexible. Pero esta situación anómala podría llegar pronto a su fin después de que el regulador elevara su evaluación de la economía por tercer mes consecutivo. Con ello, llegaría la normalización de los tipos de interés, que llevan años prácticamente a cero y acabaría la desconfianza internacional. Pero no hay que adelantar acontecimientos. El gobernador del Banco Central anunció este jueves que no cambiará la política hasta asegurarse que la deflación ha desaparecido por completo. José Luis Martínez, de Citigroup, augura que esto sucederá durante el primer semestre de 2006.

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