La primera OPV del año
Corporación Dermoestética debutó ayer en Bolsa con una subida del 19% con respecto al precio de colocación de las acciones en la oferta pública de venta (OPV). Esta compañía valenciana de clínicas de cirugía estética es la primera en salir a Bolsa este año, y la primera desde que Cintra diera el salto al parqué en octubre de 2004. La fuerte subida que registraron los títulos de este valor supone todo un éxito para la compañía y pone de relieve, por un lado, que existe apetito en el mercado por nuevas salidas a Bolsa y, por el otro, que los inversores están dispuestos a pagar precios altos si el proyecto es atractivo. La compañía fijó el precio definitivo de la OPV en la parte alta de la banda orientativa del folleto con una valoración que el mercado no conocía desde los tiempos de la burbuja de finales de los noventa.
El éxito de esta OPV y el buen tono de las Bolsas -incluso a pesar de acontecimientos trágicos como los atentados de Londres del 7 de julio- debería animar a otras compañías de tamaño mediano a dar el salto al parqué. Demanda se ha demostrado que existe y las ventajas en lo que se refiere a capacidad de financiación e imagen para la empresa son patentes.
La entrada de nuevos actores en el escenario bursátil comienza a ser una necesidad. Muchas compañías como Terra, Amadeus, Cortefiel o Recoletos han decidido lo contrario, salir del mercado, y en estos momentos son más las empresas que se marchan que las que entran.
El reto de la Bolsa española pasa por convencer a las empresas pequeñas y medianas para que salgan al mercado. Esfuerzos no faltan. Se acaban de crear dos índices para sociedades de este tamaño con el objetivo de dar más liquidez a estos valores. La CNMV y la Bolsa estudian lanzar, además, un mercado especial para compañías de menor tamaño. Sólo falta que ese tupido tejido de empresas medianas, que tanto aportan a la economía, pierda el miedo y se convenza de las ventajas de cotizar.