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CincoSentidos

El hablante de español utiliza cada vez menos palabras

A medida que aparecen más objetos en el mercado, el número de palabras se va reduciendo. La pobreza de vocabulario es de tal calibre que para hacerse entender en Chile bastaría con aprender las 307 palabras que, según un estudio realizado bajo la dirección de los profesores Alba Valencia y Max Echevarría, utilizan los adolescentes del país andino. Más fácil resultaría desenvolverse en la República Dominicana, donde, según un informe elaborado por el profesor Orlando Alba, los jóvenes utilizan solamente un arsenal de 254 palabras.

Ante esta situación, que amenaza con dejar al idioma en huesos, representantes de las Academias Hispanoamericanas de la Lengua se han reunido en el monasterio riojano de San Millán, cuna oficial del castellano, para tratar de concretar, en el plazo de dos años, cuáles son las palabras más utilizadas realmente y recogerlas en diccionarios para los diversos países del ámbito hispánico.

Humberto López Morales, secretario general de la Asociación de Academias de Lengua Española y director de este proyecto panhispánico, precisa que 'las personas manejamos dos tipos de vocabulario: uno atemático, frecuente y básico, que se usa siempre artículos, palabras gramaticales y otro que está condicionado por el tema del que se habla'. El vocabulario disponible viene a ser el conjunto de palabras que cada persona guarda en su archivo personal.

En opinión de los expertos reunidos en La Rioja, la reducción de palabras está acelerándose a pasos agigantados, especialmente entre los más jóvenes. A ello contribuyen los escasos niveles de lectura y la influencia de medios de comunicación en manos de profesionales con escasa dotación lingüística. Una parte de este colectivo muestra ya verdaderos problemas para acceder al registro formal del habla. Esta situación puede acarrear gravísimos problemas, 'ya que el lenguaje es el vehículo de la comunicación y el enlace económico por excelencia', subrayan los especialistas.

Por este camino, el aprendizaje de una lengua podría convertirse en una tarea más fácil. Entre la universalización de los términos para designar a los nuevos objetos, el acortamiento de palabras, la creciente sustitución de vocablos por signos, la supresión de los sinónimos y la drástica reducción del vocabulario, el sueño del lenguaje universal que propugnaba el esperanto parece anticiparse considerablemente. Sin embargo, el precio a pagar resulta inaceptable. El empobrecimiento del lenguaje está provocando numerosos problemas para entender textos. De esta situación al hundimiento de la literatura sólo hay un paso.

Si el proyecto panhispánico llega a buen puerto, dentro de dos años se conocerán las palabras más utilizadas en cada una de las provincias y regiones españolas, incluyendo las bilingües. Pero la idea, por supuesto, es salvar también a las palabras, miles, que no se utilizan tanto.

El dato

Un ciudadano medio español no utiliza más allá de 1.000 palabras y sólo los muy cultos alcanzan los 5.000 vocablos. Especialistas de las academias hispanoamericanas quieren identificar cuáles son las palabras más usadas en cada país y región.

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