'La inversión española debe volver a crecer en Latinoamérica'
Ex ministro de Economía argentino, conduce desde finales de 2003 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, dependiente de la ONU
Las empresas españolas del sector energético con presencia en América del Sur pueden cumplir un papel fundamental en esa región, que se enfrenta al desafío de lograr la integración energética. 'Seguramente, estas empresas van a tener que aumentar sus inversiones allí', sostiene José Luis Machinea, secretario ejecutivo de Cepal, en una entrevista con Cinco Días. 'La integración energética será sin dudas la inversión más beneficiosa para el Cono Sur', agrega.
¿Piensa que se dan las condiciones para que las empresas vuelvan a invertir allí?
Hay algo. Pero, en realidad, se necesita un marco regulatorio común a toda el área. Es decir: para poder invertir y mejorar la interconexión de gas y energía eléctrica, es necesario que los marcos regulatorios de la región comiencen a parecerse entre sí para favorecer el proceso de integración y proteger a su vez las inversiones.
¿Ve algún tipo de indicio por parte de los Gobiernos de la región en este sentido?
Hubo un acuerdo de algunos proveedores de energía de Brasil, Argentina y Bolivia para mejorar la integración, pero todavía faltan cosas. Lo que necesita la región es una carta de energía como la que ha tenido Europa durante mucho tiempo, que establezca los marcos regulatorios y las reglas de juego. Pero al menos hay conciencia de la importancia de ir hacia la integración energética.
¿Qué rol pueden jugar, en este marco, empresas españolas como Repsol, Endesa, Iberdrola, etcétera?
El papel que pueden cumplir estas empresas es fundamental, porque tienen una presencia muy fuerte en la mayoría de los países. Y seguramente, van a tener que aumentar sus inversiones
¿Cómo están hoy las inversiones españolas en América Latina?
En los años noventa, las inversiones españolas fueron las segundas en importancia después de Estados Unidos, y en algunos países incluso fueron las primeras. Pero algunas de estas inversiones eran para siempre, sobre todo las relacionadas con los servicios. De cualquier manera, creo que la apuesta de España por la región en términos de expansión de algunas de sus empresas es una apuesta a largo plazo. No veo salida de la inversión española; al contrario: creo que están allí para quedarse por mucho tiempo, más allá de los ruidos que hubo en los últimos años, asociados a la crisis y a algunos problemas de regulación. Y creo además que el repunte del crecimiento económico va a generar nuevos flujos de inversión española, aunque seguramente no al ritmo de finales de los años noventa, cuando marcó cifras récord.
¿Qué grado de cercanía cree que hay entre España y la región?
España es en Europa el país que mejor entiende los problemas latinoamericanos, porque entre otras cosas ha estado en la región. Desde el punto de vista económico, es el país europeo que está más involucrado en América Latina, el que ha realizado más inversiones. Diría que España aparece como el interlocutor privilegiado cuando se mira a Europa, más allá del papel que España debiera cumplir como la puerta de Europa, y que es algo que América Latina ansía: que España sea un vehículo para tener una mejor comunicación con la Unión Europea.
¿Qué proyección de inversiones maneja para este año la región?
Si bien es difícil hacer una proyección, creo que va a estar igual o levemente superior a la tasa del 2004, cuando la inversión extranjera directa tuvo un crecimiento del 45%, sumando 56.400 millones de dólares.
¿Y en cuanto al crecimiento económico que tendrá la región?
El crecimiento estará en torno al 4,5%. El año pasado, la región tuvo la mayor tasa de expansión de los últimos 25 años: la economía creció un 5,8%.
¿Cuáles son los principales desafíos económicos a los que se enfrenta hoy América Latina y el Caribe?
El principal desafío es crecer con equidad, porque la región es la más inequitativa del mundo en términos de distribución del ingreso y de los activos. La pregunta es cómo se hace, y creo que la respuesta tiene que ver básicamente con tres cuestiones: tener una macroeconomía más amistosa y menos volátil para la inversión, con capacidad para aplicar políticas contracíclicas; aumentar la tasa de ahorro e inversión; y poner en marcha políticas de desarrollo productivo, que impliquen alguna estrategia por parte de los gobiernos nacionales al estilo de las que han tenido varios países desarrollados, como Finlandia o Noruega. Esto significa que el Estado debe tener una estrategia muy clara con respecto a la innovación, a la educación y a la promoción de las exportaciones.
Menos aranceles comerciales
José Luis Machinea evalúa que la ayuda por parte de los países más ricos para promover el desarrollo mejoró muy levemente después de la Cumbre de Monterrey, cuando pasó del 0,22% del PIB del mundo desarrollado al 0,25%. 'Hay un aumento de conciencia por parte del mundo desarrollado sobre este tema, pero creo que la conciencia no está todavía con respecto a la apertura de mercados al comercio', indicó.
'Argentina necesita tiempo para terminar el canje de su deuda'
El actual secretario ejecutivo de Cepal no sólo tiene nacionalidad argentina: además, ocupó la cartera de Economía de ese país durante el primer tramo del gobierno de Fernando de la Rúa y la presidencia del Banco Central, a finales de los años ochenta. Quizá por eso, no parecen incomodarlo las preguntas sobre su país natal. 'La postura inicial de Argentina de no tomar en cuenta al 24% de los acreedores que quedaron fuera del canje de la deuda impagada, no parece demasiado realista', comentó.'Pero Argentina hoy día ha cambiado su actitud y creo que va a buscar alguna solución para los que quedaron fuera. Desde el FMI, están pidiendo que sea lo más rápido posible; creo que Argentina necesita un poco más de tiempo', agregó.Sobre cuáles son los próximos pasos que tendría que dar Argentina para no estar aislada del mundo, Machinea señaló que 'los dos temas pendientes del país son la deuda y la renegociación de los contratos con las empresas privatizadas, que son esencialmente de servicios públicos. Entonces, lo primero es presentar una propuesta para este 24% de acreedores. Con eso, habrá dado un paso muy significativo para volver a insertarse en los flujos financieros internacionales. La segunda cuestión es terminar el proceso de renegociación con las privatizadas, y me parece que hay un retraso del lado argentino'.En su opinión, al dar estos dos pasos, Argentina estaría más cerca de restablecer la credibilidad. Sin embargo, remarcó que en Argentina hay problemas en el suministro de energía y 'si no se aumenta la oferta energética, va a haber problemas a corto plazo'. Y adelantó que el gobierno argentino está empezando a sentarse con cada una de las empresas para cerrar la renegociación.