Un crecimiento mayor al estimado
Las cifras de la última encuesta de población activa (EPA) han resultado mucho mejores de lo previsto y en esta ocasión la mejora sólo es mínimamente atribuible al cambio en la metodología aplicada. Entre el primer trimestre de 2004 y el primero de 2005, la economía española creó 760.300 nuevos puestos de trabajo, lo que supone que el empleo crece a un ritmo del 4,3%, casi el doble que hace un año. Además, el cambio metodológico ha permitido aflorar 132.000 puestos adicionales que estaban 'sin registrar'. En cuanto al desempleo, baja en 109.800 personas en el ejercicio, con lo que la tasa de paro cae al 10,2%, la más baja desde el primer trimestre de 1980.
El fuerte avance en la creación de nuevos puestos de trabajo, junto a los datos aflorados con la nueva EPA, ofrecen una radiografía del mercado laboral español muy parecida a la de las economías europeas más maduras: 20 millones de activos, 18,5 millones de ocupados, una tasa de actividad del 57% y una tasa de paro cercana al 10%. Unas cifras a las que se llega sin que se haya producido recientemente ninguna transformación de calado en el funcionamiento del mercado laboral.
La fortaleza de las cifras de generación de empleo pone, además, en evidencia que el crecimiento económico del pasado año debió ser claramente superior al 2,7% hecho público por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con carácter oficial. De no ser así, la productividad habría sufrido un auténtico descalabro, y esto no parece probable ni siquiera aunque muchos de los nuevos empleos correspondan a puestos de escasa cualificación ocupados por inmigrantes. El propio INE despejará esa duda en breve, cuando a mediados de mayo haga pública la revisión de los datos del PIB.