Renault prepara el salto de su coche barato a nuevos mercados
Crece a impulsos el optimismo por el pequeño automóvil de 5.000 euros, el coche mundial modesto y utilitario que se construye cerca de Bucarest. Renault, origen del proyecto, anunció en 1999 que las ventas anuales del Logan podrían llegar a 500.000 con el tiempo. El año pasado, Renault subió la cifra a 700.000 y el mes pasado volvió a subirla, a un millón al año para 2010.
Basado en los fundamentos mecánicos del Nissan Micra, el Logan es un vehículo básico de bajo coste para presupuestos reducidos destinado a los consumidores en países en vías de desarrollo como Colombia, India, Marruecos, Rusia y China (Renault posee 44,4% de Nissan). Por lo pronto, el Logan es cada vez más visible en su país de origen, vendido con la marca Dacia, la compañía automovilística estatal rumana que Renault adquirió en 1999. Las ventas llegaron a 96.000 el año pasado; la meta es de 180.000 en 2005, lo cual incluirá el comienzo de las ventas en Europa occidental.
Desde la invención del automóvil, la industria ha tratado de fabricar un vehículo popular y barato que trascendiera los gustos locales y responder a la demanda mundial. Hasta cierto punto, el Escarabajo de Volkswagen fue dicho auto; el Escort de Ford se quedó en un intento infructuoso.
El grupo francés pretende conseguir con el pequeño utilitario un producto que responda a una demanda mundial, como lo fue el Escarabajo de Volkswagen
Para Rumanía, el modelo nuevo representa una oportunidad de revivir su industria automovilística, que se había rezagado de la de Occidente como miembro del bloque soviético. La mayoría de los Logan construidos en el extranjero vendrán con piezas fabricadas en Pitesti, donde se halla la principal fábrica de ensamblaje. El pasado miércoles, Rumanía y Bulgaria obtuvieron el respaldo del Parlamento Europeo para ingresar en la UE en 2007. Esto permitirá a Renault vender el Logan por todo el continente sin pagar derechos de importación. Igual importancia tendrá si un modelo tan sencillo y elemental en comparación con los coches occidentales puede abrirse paso, incluso entre los que compran su primer automóvil.
Renault necesitará aumentar su clientela en los países en vías de desarrollo para lograr el objetivo de vender 4 millones de coches en 2010. La meta la fijó Louis Schweitzer, que dejará el cargo de máximo responsable el 29 de abril, tras 13 años de gestión, y será sucedido por Carlos Ghosn.
Con su proyecto de crear un automóvil mundial, Renault ha tratado de reducir el riesgo financiero optando por piezas ya diseñadas para otros modelos. La empresa también está usando prensas y otra maquinaria pesada de fábricas anticuadas en distintas partes del mundo. La inversión en la fábrica de ensamblaje de Pitesti es de 490 millones de euros y otros 200 millones en el vehículo. El obrero rumano promedio en una fábrica de Dacia gana unos 300 euros al mes, cerca de una décima parte del salario del trabajador automovilístico promedio en Europa occidental.
La japonesa Toyota y la surcoreana Hyundai se encuentran entre los fabricantes que han ganado cuotas de venta y mercado con modelos como el Aygo de Toyota, destinado al mercado de los que compran su primer vehículo. Se espera que el Aygo se venda en Europa por unos 9.000 euros, según la revista Automotive News.
Logan debe verse como un proyecto de investigación y diseño, que podría ayudar a Renault a hallar una base de clientes en países pobres que han de prosperar con el paso del tiempo y ser capaces de comprar modelos más elegantes de Renault.