El dinero busca rédito en las Bolsas europeas
Los nuevos máximos en el precio del petróleo y los temores de un repunte de la inflación se adueñaron esta semana del ánimo de los mercados. Aunque hubo castigo general, las Bolsas europeas fueron las peor paradas.
Los nuevos máximos en el precio del petróleo y los temores de un repunte de la inflación se adueñaron esta semana del ánimo de los mercados. Aunque hubo castigo general, las Bolsas europeas fueron las peor paradas. La mayor parte de los índices registraron el miércoles los mayores descensos del año. El Ibex, el mayor retroceso desde octubre. Los inversores, que hasta ahora permanecían ajenos a las malas noticias y pletóricos al calor de los buenos resultados empresariales, empiezan a calibrar los riesgos macroeconómicos y se muestran más sensibles al entorno. Pero los analistas creen que, pese a las recientes caídas, no hay motivos para alarmarse. Aunque a corto plazo los riesgos son más visibles, los mercados europeos tienen perspectivas al alza a medio plazo y mantienen el atractivo frente a otras inversiones.
Las ventajas de estar en renta variable europea derivan, sobre todo, de sus valoraciones. El PER (el número de veces que la capitalización de un mercado contiene el beneficio conjunto de las compañías) previsto por el consenso del mercado en 2005 es de 13,7 veces en el Euro Stoxx (el índice en el que cotizan las principales empresas del euro), frente a 16,34 veces en el Dow Jones (donde cotizan las estadounidenses). Además, en un entorno de tipos de interés en la zona euro del 2%, la rentabilidad media por dividendo que ofrecen las compañías del Euro Stoxx es del 3,3%, frente al 2,34% medio de las estadounidenses. A precios más baratos y mayor rentabilidad por dividendo, se añaden como ventajas diferenciales para las acciones europeas el riesgo de que continúe la depreciación del dólar frente al euro y la mayor actividad de fusiones y adquisiciones. De momento, los índices de la zona euro ya baten a los estadounidenses. En lo que va de año, once de los doce mercados del euro, con excepción del irlandés, suben más que los índices norteamericanos.
'En valoración, no hay duda de que la renta variable europea es una opción clara. Había un exceso de euforia a principios de año y ahora no debe cundir el pesimismo. Conviene incluso aprovechar las caídas actuales o las de próximos meses para tomar posiciones', señala José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citigroup en España. 'Seguimos manteniendo Europa como principal apuesta en nuestras carteras', asegura Jordi Padilla, de Atlas Capital.
Mejor grandes valores. Los pequeños empiezan a estar caros
'Aunque los tipos suban, el impacto no será muy negativo', según Dexia
'A pesar de que las previsiones indican que la economía norteamericana seguirá creciendo a ritmos más elevados que en la zona euro, las subidas de tipos y la mejora de la rentabilidad de los bonos podría pesar más sobre la renta variable norteamericana', señala José María Huch, responsable de análisis de GVC. Comparadas, por tanto, con Estados Unidos, las Bolsas europeas son claras ganadoras para este año y, entre todas, la francesa y la holandesa resultan favoritas por su composición sectorial.
Jaime Hoyos, director de inversiones de Crédit Agricole, estima un potencial medio teórico de revalorización para el Stoxx 600 (que incluye más compañías que el Euro Stoxx 50 y compara, por tanto, mejor con el S&P 500) del 8%.
En lo que va de año, la revalorización del Euro Stoxx 50 llega al 3,16% y los mejores índices son, precisamente, el francés Cac 40 y el AEX holandés, con una subida del 6% y 6,2%, respectivamente. Tales revalorizaciones se están produciendo en un entorno de debilidad económica de la zona euro, que confirma el divorcio existente hasta ahora entre el comportamiento macroeconómico y las Bolsas. 'La rentabilidad de los bonos está dando soporte al mercado. Mientras las compañías sigan publicando incrementos del beneficio por acción, los tipos de interés a largo plazo permanezcan en niveles bajos y los principales riesgos macroeconómicos no afecten al crecimiento las Bolsas seguirán ajenas a la debilidad económica', afirma Elena del Águila, de Beta Capital.
Hay incluso quien piensa que desde el punto de vista macroeconómico hay más motivos para el optimismo ahora que hace un mes, a pesar del repunte del petróleo, y que las Bolsas europeas, de hecho, han venido adelantando esa recuperación. René Clerix, analista de Dexia Asset Management, destaca que 'lo importante es que las grandes economías muestren signos de mejora' y 'ya hay indicadores de mejor demanda doméstica en Alemania, las compañías están impulsando la reestructuración y el recorte de gastos con el fin de recobrar la competitividad y el consumo privado está creciendo en Francia'. En cualquier caso, el analista cree que 'incluso aunque los tipos de interés suban, el impacto no será muy negativo para la renta variable, dado los bajos niveles de los que parten, además de que la subida será un indicador de crecimiento global'.
Al margen de análisis más o menos optimistas, lo que parece claro es que pese a tiras y aflojas coyunturales, la recuperación de la renta variable europea sigue en marcha. Eso sí, será 'más gradual y paulatina y los resultados empresariales no serán tan buenos como en 2004', según David Burns, director general de Schroder. De hecho, la tasa de crecimiento de resultados prevista se situará en torno a la mitad que el año anterior. Hay que tener en cuenta, además, tal y como advierte Juan María Soler, analista de Sabadell Banca Privada, que 'si se produce una caída en Wall Street arrastrará a las Bolsas europeas, aunque la caída sea de menor envergadura'.
Los principales focos de preocupación son un repunte más rápido de lo esperado en la rentabilidad de los bonos a largo plazo y su efecto sobre la valoración de la renta variable; que se prolongue la situación de unos precios elevados del crudo y su efecto sobre el crecimiento económico y la inflación; y que la fortaleza del euro siga dañando las exportaciones. Conviene calibrar estos riesgos y, una vez asimilados, elegir las inversiones menos expuestas a la incertidumbre. Aquí, las recomendaciones de los analistas obedecen más a criterios sectoriales o por valores, que a países, al considerar todas las Bolsas de la zona euro como un mismo mercado.
Entre los sectores sobreponderados destacan energía, tecnología y telecomunicaciones o materias primas. El experto de GVC aconseja, en concreto, 'mantener en cartera un 15% en empresas petroleras para cubrir posibles subidas del precio del crudo'. Dentro del sector financiero, las compañías de seguros cuentan con más respaldo entre los analistas que los bancos, que despiertan algunas dudas por su mayor exposición al entorno económico. Íñigo Espinosa de los Monteros, responsable de renta variable europea de Citigroup, cree que además de los sectores citados 'resultan interesantes las compañías en reestructuración, que pueden aportar rentabilidades adicionales, en sectores como alimentación, banca o consumo'.
Aunque desde el punto de vista sectorial coincide en líneas generales, Jaime Hoyos, de Crédit Agricole, destaca compañías que pueden evolucionar a la contra del sector. Así, por ejemplo, recomienda vender Royal Dutch, a pesar de ser un título energético, y favorece valores como Volvo o el fabricante de camiones Man, a pesar de formar parte de títulos de consumo cíclico, sector que, en su opinión, estará entre los de peor comportamiento. Entre las telecos destaca Telefónica, France Telecom o Deutsche Telecom; en tecnológicas, Alcatel o la holandesa ASM Litography; en materias primas, Arcelor y Lafarge y en energía Eni y Total.
En lo que sí parecen coincidir los analistas es que los valores de pequeña capitalización, que hasta ahora han mostrado un buen comportamiento dada la cantidad de liquidez disponible 'empiezan a entrar en territorio caro', según el analista de Dexia. 'El diferencial de valoración entre las compañías de capital medio y grandes empresas es el más reducido de los últimos 20 años y cuando los tipos de interés suban con mayor rapidez y se agote el exceso de liquidez las empresas de menor tamaño comenzarán a tener peores resultados, por lo que recomendamos infraponderar', precisa el responsable de estrategia en Europa de Morgan Stanley. No obstante, y aunque se haya estrechado el diferencial de valoración respecto a las grandes, resulta clave la selección de títulos ya que 'sigue habiendo oportunidades en pequeñas compañías que generan crecimiento orgánico y que han pasado ya por una significativa reducción de precio en los últimos años', según Nils Francke, gestor de Pictet Funds Small Cap Europe.
No conviene, por tanto, olvidar los países más pequeños y dinámicos y pequeños valores en países como Finlandia, Suecia o Dinamarca.