Las protestas en defensa de las 35 horas colapsan los transportes en Francia
Apenas un mes después de la última huelga general, los sindicatos mayoritarios franceses (CGT, CFDT, FO, CFDT, Unsa y Solidarites) retomaron ayer con fuerza una multitud de paros y manifestaciones por toda Francia en protesta contra la política social del Ejecutivo conservador de Jean-Pierre Raffarin, y en especial, contra la reforma de la ley de las 35 horas semanales. Los paros consiguieron colapsar gran parte del transporte público del país.
La capital gala funcionó a medio gas con servicios mínimos en Metro, trenes de Cercanías y autobuses. Fuera de París, se lanzó un preaviso de huelga de 24 horas en 55 ciudades. Los paros de controladores en el transporte aéreo provocaron retrasos en los vuelos de hasta 45 minutos, y los aeropuertos de Orly y de Charles de Gaulle sólo aseguraron el 50% de vuelos.
Las conexiones aéreas entre España y el resto de los países europeos europeos se vieron afectadas, sufriendo demoras medias de 24 minutos. Unos 90 vuelos con origen o destino en España fueron cancelados por las regulaciones impuestas en el espacio aéreo galo, según AENA. La huelga también alcanzó al transporte marítimo. El puerto de Havre, el segundo más importante del país, y el de Calais se vieron fuertemente perturbados. En el sector privado el seguimiento fue dispar y difícil de cuantificar al haberse decretado sólo paros parciales.
El Gobierno, en una posición de debilidad ante la próxima consulta popular sobre la Constitución Europea, no tardó en anunciar próximas negociaciones sobre los salarios. Según los sindicatos, el poder adquisitivo ha bajado un 5% en el sector público desde el año 2000, y un 6% en el sector privado, mientras que las empresas cosechan buenos resultados. La huelga de ayer coincidió con la visita de los expertos del COI en París para analizar la candidatura de la ciudad a organizar los Juegos Olímpicos de 2012. Las movilizaciones trataron de evitar el recorrido de los técnicos del COI.