_
_
_
_
CincoSentidos

Un modelo de gestión para cada cliente

La dura competencia que mantienen las entidades de banca privada les obliga a renovar sus estilos de gestión asiduamente

Cuando se trata de gestionar grandes fortunas cualquier esfuerzo parece escaso con el fin de sacar rendimiento al patrimonio del cliente. Quizás, por el tipo de inversor al que se dirige, quizás por los números que manejan estas entidades, lo cierto es que éstas no cesan de presentar nuevos modelos que les permitan lograr los mejores resultados.

Bien es cierto que no existen fórmulas mágicas pero en la aplicación de un estilo u otro puede estar el lograr mayores ganancias, pérdidas limitadas o disponer de liquidez en un momento dado.

Qué modelo se aplica a cada cliente no es sólo cuestión de decisión y de que el inversor se incline por uno u otro. Los expertos sostienen que conocer el perfil de riesgo del cliente, la estructura de su patrimonio y sus necesidades de tesorería configuran una parte fundamental de la estrategia. 'Sin olvidar que es fundamental saber qué supone el capital que pone en nuestras manos dentro de su patrimonio', explica el director general de Banif Gestión, Luciano Díez Canedo.

Antes de aplicar un estilo, es necesario conocer el perfil de riesgo del cliente, las necesidades de liquidez y estructura de su patrimonio

Cada entidad utiliza su propio método, aunque en muchos casos los estilos coinciden. Deutsche Bank Private Wealth Management, la división especializada en gestionar patrimonios superiores a dos millones de euros, cuenta con cuatro estilos distintos, dos de ellos de reciente lanzamiento. Al tradicional modelo de carteras ligadas a un benchmark (índice de referencia) y al retorno absoluto (cuyo objetivo es obtener resultados positivos y constantes con independencia de la dirección de los mercados), han añadido el estilo de gestión flexible y el value.

El estilo value tiene como objetivo la inversión en empresas con un gran potencial de beneficios. 'La cartera invierte en acciones que cotizan con descuento, con buenas perspectivas a largo plazo y alta credibilidad del equipo directivo', sostienen desde la entidad. La cartera flexible está pensada para los clientes que quieren delegar todas las decisiones de inversión en el gestor, y en la distribución estratégica de activos basados en la valoración entre otras características.

Este modelo también se utiliza en otros bancos como Credit Suisse Banca Privada. 'La gestión activa, como lo denominamos, nos permite adaptar la cartera a la situación del mercado', señala José María Ortega, consejero y director general de Credit Suisse Gestión, quien explica, no obstante, que su máxima es construir carteras a medida.

Adaptarse a las necesidades del mercado pero teniendo en cuenta cuánto está dispuesto a perder y a ganar es el objetivo de las carteras æpermil;lite de la división de banca privada de Santander Central Hispano. Ignacio Izquierdo, director de esta división, sostiene que a través de fondos de inversión, gestionados de forma personalizada y activa, y con un mínimo de 300.000 euros, el cliente puede optar entre tres modelos distintos, según su perfil.

En Banif, por su parte, sostienen que más que fijarse en los perfiles tienen en cuenta el cliente. 'El gestor realiza la distribución de activos para cada uno de los clientes, y a cada uno se le adapta una cartera', explica Díez Canedo. No obstante, reconocen que también utilizan los modelos clásicos que aplican el resto de entidades.

El perfil de riesgo

La clave de la gestión de una cartera en banca privada, como en otro tipo de segmentos, está en definir de la forma más detallada posible el perfil de riesgo del cliente. Y es que sin conocer las características de un inversor aplicar uno u otro estilo de gestión no logrará el objetivo previsto, por muy buenos que éstos sean. Según el director general de Banif Gestión, Luciano Díez Canedo, el perfil está definido 'por la mayor o menor sensibilidad a las pérdidas que tiene el inversor, la expectativa de rentabilidad, así como el horizonte temporal'. Desde BBVA Patrimonios, añaden que el perfil de riesgo viene determinado tanto por factores objetivos y externos (necesidades de tesorería, requerimientos de liquidez...), como por factores subjetivos (la capacidad emotiva para asumir las pérdidas).Una vez establecido el perfil, tarea nada fácil, según reconocen los expertos de las entidades especializadas, comienza la construcción de la cartera que dará un mayor o menor peso a la renta fija, renta variable o tesorería en función del tipo de perfil (conservador, moderado, dinámico o agresivo). 'El perfil de riesgo influye en la amplitud de la cartera, entendiendo ésta como la mayor o menor expansión geográfica de las inversiones', explican en BBVA Patrimonios.

Archivado En

_
_