La revolución tecnológica se extiende a la industria del aceite
Genosa es una pyme malagueña especializada en investigación y desarrollo aplicado a los aceites que con sus hallazgos está dejando al descubierto la gran carencia en este campo del sector español de las grasas vegetales. 'Casi ninguna industria aceitera tiene laboratorio propio ni está dedicando un euro a investigar para sacarle más valor añadido a unos productos que están ya muy maduros', asegura Carlos Peña, gerente de esta empresa con sólo tres años de actividad, ocho empleados y una facturación de 300.000 euros.
Con estas credenciales, Genosa negocia en estos momentos con una multinacional la explotación mundial de su potente antioxidante natural procedente de la aceituna y va a lanzar a primeros de año uno de los primeros aceites funcionales del mercado español. En este segmento también Aceites del Sur (Acesur), uno de los líderes del sector, presentó el viernes su nuevo producto Soy Plus, mitad soja mitad aceite de girasol, enriquecido con elementos como omega 3, vitaminas A, D, E y K, y ácido oleico. El grupo espera alcanzar unas ventas de seis millones de euros.
El de Genosa, Actiolio Mediterráneo, es un aceite dietético y funcional que mejora y complementa nada más y nada menos que la mejor grasa vegetal que se conoce: el aceite de oliva virgen extra. Con este producto como base, los químicos de Genosa han añadido otros aceites y nutrientes naturales para conseguir el perfil de ácido graso más idóneo, la esencia misma de la dieta mediterránea y sus valores saludables, a decir de sus promotores.
El sector del aceite de oliva sigue la estela de la industria láctea en la creación de nuevos desarrollos a partir de alimentos naturales
Por ejemplo, explica Peña, el virgen extra es un aceite muy rico en ácido oleico, pero contiene muy poco omega 3, un ácido graso que hay que buscarlo en cantidades significativas en el pescado azul. Peña sostiene que Actiolio compendia estas virtudes y su consumo, 'una sola cucharada sopera al día', disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, según los estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga que avalan el producto.
Carlos Peña asegura que casi todas las cadenas de distribución que operan en España comercializarán Actiolio a mediados de enero en sus lineales de productos dietéticos. Además, espera que también la industria alimentaria, con la que se negocia, quiera incluirlo en sus productos elaborados con grasa como valor añadido. Este ha sido el caso de las aceitunas La Española, la primera empresa en estrenar Actiolio.
Según el gerente de Genosa, el sector del aceite y la industria alimentaria en general empiezan a cobrar así conciencia de los nuevos desarrollos que pueden admitir los aceites comestibles. Esta gran apuesta por los alimentos funcionales o enriquecidos la está haciendo a lo grande el sector lácteo, que, según Peña, ha superado su madurez gracias a esta política.
En cuanto a su primer invento, un antioxidante natural llamado Hytolive, que tendrá aplicaciones cosméticas, alimenticias o farmacológicas, Genosa ya prepara su producción masiva en colaboración con la empresa cordobesa Oleícola El Tejar, que aportará su experiencia productiva. Ambas empresas, según avanza Peña, se aliarán para afrontar la inversión que requerirá la fábrica.