Washington quiere la reforma económica de Europa
No hay mejor manera de que Barroso reafirme su autoridad como presidente de la Comisión Europea que impulsando la estrategia de Lisboa, que fija los objetivos de reforma económica de la UE (...). Sin esas medidas, el generoso sistema social de Europa será insostenible. Y, más importante aún, con menos recursos, la disminuida posibilidad de Europa de intervenir en la escena internacional confirmará lo que muchos en la nueva Administración de EE UU sospechan: que su país no deben seguir intentando sus principales objetivos de política exterior con la relación transatlántica (...).
Como sugiere un reciente estudio del Consejo Atlántico de EE UU, si la UE no es capaz de culminar sus reformas económicas, la ya frágil relación transatlántica se romperá del todo (...). Cada vez habrá más socios alternativos, con suficiente capital político y económico, en los que EE UU podrá apoyarse. Con una Europa debilitada, EE UU puede volverse a China e India, como aliados para su agenda política y de seguridad (...). Quizá estos países no compartan totalmente la tradición política y cultural que ha ayudado a cimentar la cooperación transatlántica, pero eso será cada vez menos importante si EE UU (...) opta por alianzas ad hoc con ellos.