El lastre de las farmacéuticas
Los fondos de renta variable sectoriales invierten solamente en acciones de compañías que operan en un sector económico específico, lo que proporciona al inversor la posibilidad de diversificar parte de su patrimonio en un sector de actividad que piense que puede tener una buena evolución y con la ventaja añadida de que es gestionado por un equipo profesional.
Uno de los sectores que en los últimos años ha dado más que hablar es el sector farmacéutico y de salud. Una evolución de la pirámide geográfica muy favorable al consumo de productos y servicios ofrecidos por estas compañías en los países desarrollados, los cuales acaparan la mayor parte de las ventas mundiales, ha sido señalado frecuentemente como una ventaja competitiva que se traduciría en importantes incrementos de ventas y beneficios. Un escenario de incrementos de beneficios inexorablemente termina teniendo su reflejo en las cotizaciones en Bolsa de estas empresas con lo que la apuesta pudiera parecer en principio bastante segura.
Sin embargo, un rápido análisis de los índices bursátiles sectoriales o de las rentabilidades ofrecidas por las diferentes categorías Lipper de renta variable sectorial pone de manifiesto lo contrario. El gráfico central proporciona una comparación de la rentabilidad media obtenida por los fondos dentro de las categorías Lipper Sector Farmacia, Finanzas y Energía y muestra a las claras las grandes diferencias que existen en el comportamiento en Bolsa de compañías operando en diferentes sectores. Los fondos del sector farmacia son los únicos que en los 12 últimos meses todavía tienen pérdidas. Son superados, por ejemplo, por un sector que tampoco ha sido uno de los destacados del año como es el finanzas. Tomando en cuenta periodos más largos de tres y cinco años la situación no cambia y los fondos de farmacia siguen situándose entre los peores. Por si fuera poco, las expectativas de futuro para las empresas farmacéuticas por parte de bastantes analistas siguen siendo bastante poco halagüeñas.
La explicación de este comportamiento no es sencilla ya que estas compañías se sitúan entre las más rentables del mundo. Sin duda tiene mucho que ver con las incertidumbres que acechan al sector en cuanto a decisiones de tipo político que tendrían un efecto negativo en las rentabilidades de estas compañías. Estamos hablando de decisiones como la potenciación de medicamentos genéricos por parte de los gobiernos para reducir las facturas de los sistemas de sanidad, endurecimiento de los requisitos para la aprobación de nuevos medicamentos, lo que encarecería el coste de los mismos, o la persecución implacable de conductas deshonestas donde los beneficios son puestos por delante de la seguridad de los productos por parte de las compañías.
Otro factor que no ayuda es la mala opinión y desconfianza por parte de la ciudadanía hacia las empresas del sector. Esto se puso de relieve recientemente en una encuesta del instituto Gallup en Estados Unidos (país que representa el 50% de las ventas mundiales y probablemente alrededor del 75% de sus beneficios) donde el negocio farmacéutico era de los peor vistos al lado del petrolero y el de los abogados. Por otro lado, las recientes elecciones norteamericanas y su resultado han sido tema de conversación en relación a cual sería su efecto en el negocio farmacéutico. En principio la victoria republicana se ha venido considerando como beneficiosa para el sector ya que Kerry ha manifestado su apoyo a los medicamentos genéricos y las reimportaciones más baratas. Sin embargo, una mayoría en Senado y Congreso puede permitir al Gobierno de Bush atreverse con medidas de reducciones de gastos en el programa nacional de salud y medicare, el programa de salud para los ancianos y discapacitados, que representan más de 40 millones y que cubren un costosísimo y amplio espectro de medicamentos con receta subvencionados.
Finalmente no sería prudente olvidarnos de que todo esto ha dejado las valoraciones bursátiles de algunas compañías en niveles bastante atractivos. No sería de extrañar por tanto que si algunas de las preocupaciones que pesan sobre el sector no terminan de concretarse pudiéramos vivir un cambio de tendencia y revalorizaciones importantes.
Entre los fondos de inversión más destacados encontramos uno de la gestora de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, CAM Salud y Ocio. Este fondo es líder en su categoría, según el sistema de puntuación de Lipper, y se caracteriza por una política de inversiones basada en la compra de fondos internacionales.
Análisis Otra decepción similar
El sector biotecnológico despertó las mismas ilusiones que el sector de las nuevas tecnologías en los noventa. Sus evoluciones bursátiles sin embargo han seguido un similar y decepcionante camino descendente desde el pinchazo de la burbuja en 2000.Los fondos de la categoría Lipper Sector Biotecnología pierden como media un 4,65% en los 12 últimos meses lo que es incluso peor que la caída del 2% del sector farmacia.Dado el pequeño tamaño de muchas de las compañías biotecnológicas y su mayor carácter especulativo, las volatilidades son también muy superiores.