El dólar cae a 1,26 unidades por euro, el nivel más bajo desde marzo
La caída del dólar se acentúa. Los problemas de financiación de la economía norteamericana, unidos a los últimos indicios de desaceleración económica, han acelerado la debilidad del billte verde. La divisa cayó ayer al mínimo de ocho meses frente al euro al intercambiarse por 1,26 unidades.
El persistente desequilibrio comercial en EE UU ha fomentado la depreciación de la divisa norteamericana. El déficit por cuenta corriente del segundo trimestre representó el 5,7% del PIB, y los últimos datos hacen prever que esta debilidad persistirá un tiempo. La balanza comercial de agosto alcanzó un déficit de 54.000 millones de dólares, un dato muy cercano al récord de 55.021 de junio.
Así, el billete verde cayó ayer por sexto día consecutivo hasta situarse en 1,26 unidades por dólar, un cambio que le sitúa en mínimo de ocho meses y a tan sólo un 2,5% del mínimo histórico de 1,29 que alcanzó el 18 de febrero.
Compensar el déficit de la balanza comercial sin que se resienta el dólar, implica que EE UU necesita atraer cada día unos 2.000 millones de dólares de capital extranjero. El problema es que la tendencia que han mostrado los datos de flujos de inversión genera preocupación.
En agosto se ralentizó la entrada de capitales necesaria para sostener la divisa
En agosto EE UU recibió entradas netas por valor de 59.000 millones de dólares, una cifra superior al déficit comercial registrado ese mes (54.000) pero que resulta la más baja desde octubre de 2003. 'Lo que más preocupa son las ventas del sector privado de bonos y Bolsa estadounidense, algo que se ha visto contrarrestado por las compras de los bancos centrales, particularmente desde Japón' señalan desde Sabadell Banca Privada.
Japón está luchando por sacar su economía a flote, para lo que quiere un dólar alto. Así, aunque desde marzo no interviene directamente en el mercado de divisas, es clave a la hora de financiar el déficit de EE UU. 'Si ve amenazas al crecimiento en 2005 volverá a actuar en el mercado', augura Morgan Stanley.
El panorama para el dólar parece complejo, y en el medio plazo algunos expertos no descartan que caíga hasta 1,4 unidades. Otros, como UBS, el principal operador en el mercado de divisas, son más moderados, pero igualmente bajistas. El banco bajó ayer la previsión que mantiene para el dólar hasta 1,27 dólares por euro, frente a una estimación anterior de 1,25.
El escenario de desaceleración que dibujan los últimos indicadores en EE UU no hace más que ensombrecer estas perspectivas. EE UU sólo creó 96.000 puestos de trabajo en septiembre frente a los 148.000 esperados por el mercado. Las encuestas de confianza del consumidor tampoco han dado excesivos motivos de alegría al caer más de lo esperado.
'Los últimos datos apuntan a la desaceleración en EE UU para principios del año que viene. Todo ello hace prever que las subidas de tipos se frenarán y la actividad caerá', explica Avelino Hernández, de Sabadell Banca Privada.
Los inversores privados venden deuda americana
Mientras flujos de capital de bancos centrales e instituciones asiáticas compran bonos estadounidenses de forma masiva y sostienen el precario equilibrio del dólar, los inversores extranjeros privados no confían tanto en los activos estadounidenses.Según datos recopilados por Sabadell Banca Privada este segmento de mercado vendió en agosto 4.400 millones de dólares en bonos estadounidenses y 2.100 millones de renta variable. La perspectiva de subida de la inflación y de los tipos de interés, así como el déficit presupuestario, han provocado que la rentabilidad del a 10 años haya vuelto a niveles del 4%, un dato similar al de abril de este ejercicio.
Europa agradece un euro fuerte
El Banco Central Europeo ha mostrado preocupación recientemente por la escalada del precio del petróleo y el impacto que pueda suponer para el crecimiento económico de la región.Los últimos comentarios del ministro de finanzas francés, Nicolas Sarkozy, sugieren que la apreciación del euro no preocupa en Europa, al convertirse en una herramienta para compensar el precio del petróleo, que se compra en dólares.La situación ha cambiado radicalmente desde comienzos de año. Entonces el euro alcanzó un máximo de 1,29 dólares que generó mucha preocupación en el BCE. Desde entonces la economía está más fortalecida y, sobre todo, el Brent ronda los 50 dólares.
La amenaza que implica la subida del crudo
La escalada del petróleo supone otra amenaza para el dólar a largo plazo. 'En el caso de que los precios se mantengan elevados y el resto del mundo no pueda mantener el ritmo de crecimiento de EE UU (hay razones para ello como la desaceleración del mercado inmobiliario en el Reino Unido y Australia, el riesgo de un shock de China o la desaceleración asiática), el déficit por cuenta corriente estadounidense podría aumentar aún más hasta el 6,5%-7% del PIB dentro de un año', explica Morgan Stanley.El banco, sin embargo, considera que el dólar está tocando suelo y aunque no descarta 'mini ataques especulativos' prevé que aguantará el tipo.