La maldición del gestor estrella
La pesadilla de cualquier gestora de fondos es que su gestor estrella abandone la firma. Cuando esto sucede, la experiencia de la gestión se va con él y muchas veces los inversores y las rentabilidades. Tener un gestor estrella en nómina puede ser una ventaja, pero puede terminar por convertirse en una maldición.
'Cuando tienes un gestor estrella sueles batir a los índices, pero en el momento en que se va, se supone que el proceso de inversión se va con él', explica Sasha Evers, director de Mellon Global Investments para España.
Una encuesta realizada por Morningstar en toda Europa el mes pasado concluye que sólo el 15% de las sociedades de fondos tiene gestores que, de media, se han encargado del mismo fondo durante un periodo superior a seis años. El 39% afirma que sus gestores se han responsabilizado del mismo fondo entre dos y cuatro años. Según la misma encuesta, el 70% de las gestoras ha experimentado la salida de alguno de sus gestores en los últimos 12 meses, y el 4% ha sufrido movimientos que han afectado a más del 25% del personal.
Las intervenciones de algunos gestores en las juntas de las compañías en que invierten son recogidas por la prensa europea cada vez con mayor asiduidad
'Los fondos se venden como productos de inversión a largo plazo, por lo que nos gustaría que la permanencia de los profesionales en una gestora creciera, no al revés', sostiene en el informe Niklas Tell, analista de Morningstar Europe. Otro estudio, éste circunscrito al Reino Unido, sostiene que menos del 25% de los gestores británicos ha administrado el mismo fondo durante más de cinco años.
Los profesionales del mundo financiero tienen fama de inquietos, de cambiar muy a menudo de trabajo o empresa. La industria de fondos vivió su apogeo de movimiento laboral a finales de los noventa, en pleno boom bursátil. 'Hoy en día, muchos profesionales salen de las gestoras tradicionales para crear sus propios fondos de gestión alternativa', explica Bruno Roberti, responsable en España de Dexia Asset Management. Hasta un 10% de las deserciones se producen por esta causa, según datos de Morningstar.
Muchas gestoras, para evitar que la marcha de un profesional provoque una debacle, prefieren trabajar con equipos de gestión y comités de distribución de activos, cuyas decisiones de estrategia se concretan luego en las carteras de los fondos. Depende de la filosofía de cada gestora, pero cada vez se hace más énfasis en el equipo más que en el gestor estrella.
El concepto de estrella, además, prolifera más en el mundo anglosajón que en el de Europa continental. En España, por ejemplo, aunque hay algunos nombres propios que sobresalen, las gestoras, las grandes, suelen hablar de equipos y no de gestores estrella. 'En Estados Unidos y en el Reino Unido los gestores particulares salen más en la prensa. Cuando un gestor se convierte en estrella es más fácil que se vaya', sostiene David Burns, director general de Schroders para España.
Un aspecto que puede acelerar el nacimiento de gestores estrella en la Europa continental es el creciente activismo de los inversores. Los fondos intervienen cada vez más en las juntas de accionistas. 'Las intervenciones de Klaus Kaldermogen gestor de DWS Investment en las juntas de las grandes compañías alemanas han sido ampliamente recogidas por la prensa europea'. El ejemplo es de Angus Foote, editor de Citywire, compañía británica que elabora un ranking de los mejores gestores europeos, al margen de los fondos que gestionen.
Arantxa González, directora general de Morgan Stanley Gestión, reconoce que se produce mucha rotación, pero que en el caso de su gestora hay gente que lleva 12 y 15 años al frente del mismo fondo. 'Yo misma llevo diez años gestionando los mismos fondos', afirma.
La rotación de profesionales obedece también a la remuneración que reciben. Cada gestora en ese campo aplica su propia política, pero lo ideal es combinar bonificaciones a corto plazo con otras que aten al gestor a más largo plazo. 'Nos gustaría ver paquetes de remuneración más consistentes con el horizonte de inversión del fondo que con el corto plazo', sostienen en Morningstar. El 37% de las gestoras tienen bonus salariales basados en los resultados a un año. Sólo el 15% remunera según periodos superiores a tres años.