Irlanda y Alemania, cara y cruz de la competitividad
Irlanda es el país más competitivo de la OCDE, y Alemania, el menos, según la clasificación que elabora cada dos años la Fundación alemana Bertelsmann. España ocupa el decimoctavo puesto de la lista, muy lejos de Irlanda (75 puntos frente a 111) y también por debajo de Grecia, pero supera a países ricos como Francia, Italia o Alemania.
Precisamente la posición de estos países refleja el estancamiento de la economía europea durante los últimos años, en los que apenas han crecido las economías de sus principales motores. En cualquier caso, la mayoría de países han logrado notables avances.
El ranking se elabora mediante la combinación de dos grandes criterios: el índice de éxito y el índice de actividad. El primero de ellos tiene en cuenta indicadores como la tasa de desempleo y la creación de empleo, así como el producto interior bruto (PIB) per cápita y el potencial de expansión económica.
El índice de actividad, por su parte, mide las iniciativas concretas emprendidas en los últimos tiempos por cada país para mejorar el funcionamiento del mercado laboral y estimular el crecimiento de la economía.
El primer puesto de Irlanda es una consecuencia directa del impresionante despegue económico del país en los últimos quince años, llegando a ser el segundo país de la UE en renta por habitante, sólo por detrás del Principado de Luxemburgo. Le siguen en la lista Estados Unidos y Australia. Gran Bretaña, la segunda mayor economía de Europa, ocupa la décima posición.