Bruselas da un impulso histórico al ingreso de Turquía en la UE
Turquía dio ayer un paso de gigante hacia la integración en la Unión Europea. La Comisión Europea, en una decisión de alcance histórico, ha recomendado, si bien con extrema cautela, que se inicien las negociaciones, para su ingreso, toda vez que el país musulmán 'cumple suficientemente los criterios políticos' para la adhesión.
La recomendación de la Comisión es sí a las negociaciones (...) pero un sí matizado', afirmó solemne el presidente saliente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ante un expectante Parlamento Europeo. 'Y ruego a la opinión pública europea, al Parlamento, al Consejo y a nuestros socios turcos que no separen esos dos aspectos: la respuesta positiva y sus matices'. Las autoridades turcas manifestaron su satisfacción por la decisión.
El énfasis de Prodi apunta a la cláusula de 'suspensión inmediata de las negociaciones' que la UE podrá invocar tan pronto como detecte 'una seria y persistente violación de los principios de libertad, democracia y respeto de los derechos humanos'. El resorte intenta reforzar los mecanismos de control que la Comisión Europea pondrá en marcha para verificar que las reformas legales acometidas en Turquía 'pasan del papel a la realidad'.
La evaluación presentada ayer por la Comisión, que se produce 15 años después de que Bruselas rechazara tajantemente las aspiraciones de Ankara al ingreso, describe todavía con tonos agridulces la transformación de la sociedad turca. Junto al reconocimiento de los esfuerzos realizados, sobre todo desde la llegada al poder en 2002 del islamita Recep Tayyip Erdogan, surgen carencias patentes en cuanto al respeto de los derechos humanos, la situación de la mujer y la libertad de expresión. 'El documento no silencia ni maquilla nada', aseguró el comisario europeo de Ampliación, Gunter Verheugen, entre protestas y murmullos de algunos eurodiputados, que recordaban la continua denuncia de torturas en el país candidato.
El alemán aseguró que, según el baremo que algunas ONG aplican a Turquía, en todos los países de la UE se producen torturas, pues merecen ese calificativo los insultos en una comisaria. Verheugen matizó, no obstante, que el documento no concluye que Turquía esté preparada para el ingreso, si no tan sólo para iniciar las negociaciones. Prodi subrayó también que se trata sólo de una recomendación.
Condiciones: La Comisión somete la negociación a numerosas cláusulas de salvaguarda y suspensión
Ninguna ampliación de la UE se había puesto en marcha con tantas cautelas. La Comisión Europea recomienda que, si el Consejo Europeo de diciembre decide la apertura de negociaciones con Turquía, incluya un 'freno de emergencia' para suspender los contactos si las reformas prometidas por Ankara no se hacen realidad. Bruselas también contempla la posibilidad de una 'salvaguarda permanente' para no conceder a los ciudadanos turcos el derecho de libre circulación en la UE, ni siquiera cuando sean miembros de pleno derecho. La CE asegura que el actual gobierno de Ankara acepta esa condición.El examen que ayer superó Turquía se repetirá de manera parcial capítulo por capítulo de la negociación. En cada uno de ellos, el Consejo Europeo podrá fijar baremos tanto para darlo por cerrado como para iniciar su negociación.El ingreso no podrá producirse antes de 2014, año en que empieza un nuevo período presupuestario de la UE.
El Parlamento pide que el proceso sea reversible
La recomendación positiva para el comienzo del proceso de adhesión de Turquía no suscita unanimidad ni siquiera en la Comisión Europea. El titular de Mercado Interior, Frits Bolkestein se opuso hasta el último momento al 'sí', por muy condicionado que fuera.La división fue aún mucho mayor en el Parlamento Europeo, donde el grupo Popular, mayoritario en la Eurocámara, pidió que se deja abierta expresamente la posibilidad de que las negociaciones con Ankara no desemboquen en la adhesión sino en una suerte de asociación privilegiada. 'Está en juego el futuro de la UE', advirtió el portavoz popular, el alemán Hans-Gert Poettering, quien retiró al comisario de Ampliación, su compatriota socialista Gunter Verheugen, la presunción de objetividad. 'Usted se declara amigo de Recep Tayyip Erdogan, y aunque yo valoro positivamente lo que está haciendo el primer ministro turco, no son más que reformas sobre el papel'.'La UE es una unión de valores', contraatacó el líder del grupo socialista, el alemán Martin Schulz. 'Y esos valores se defienden mejor con Turquía dentro que fuera'. Schulz coincide, sin embargo, en que 'no se trata de una adhesión normal' y pide, como la mayoría de los parlamentarios, 'mucha prudencia' y 'que el proceso de negociación no sea irreversible'.'Ha llegado el momento de superar el Bósforo', incitó desde el grupo de Los Verdes el también Daniel Cohn-Bendit.Los euroescépticos, por medio del danés Jens-Peter Bonde, advirtieron, sin regocijo aparente, que 'la perspectiva de una adhesión de Turquía va a hacer imposible que se apruebe la Constitución'. 'Turquía y la UE son dos conceptos que no encajan', añadió.