Escenarios petrolíferos
En los últimos meses ha ido aumentando la preocupación por la escalada del precio del petróleo. El autor repasa los factores que han provocado esta subida, relacionados todos con el equilibrio entre oferta y demanda, y analiza los posibles escenarios futuros
Durante los últimos meses ha surgido la preocupación por el alto precio del petróleo, que ha llegado a su máximo histórico en términos nominales. Consumidores y empresas padecen una alta factura energética que puede provocar efectos negativos en la inflación y crecimiento económico futuros si los precios no bajan.
Un conjunto de factores ha provocado los altos precios del petróleo, todos ellos relacionados directa o indirectamente con el equilibrio entre la oferta y la demanda. El principal factor ha sido un crecimiento de la demanda global mayor de lo esperado. Las mayores sorpresas han llegado por parte de China e India, dos países en vías de desarrollo que están experimentando un fuerte crecimiento económico de doble dígito y que todavía son relativamente ineficientes en el uso de la energía.
Este incremento en la demanda ha llegado en un momento en el que la oferta se encuentra en máximos de capacidad productiva. Durante las últimas décadas la OPEP ha controlado el precio del petróleo gracias a que ha sido el único productor que ha mantenido una capacidad productiva no utilizada. Esto le ha permitido equilibrar el mercado aumentando o disminuyendo la oferta en función de las variaciones de la demanda. En 2002 llegó a tener una capacidad no utilizada de seis millones de barriles al día (sobre una demanda total de 80). Hoy en día, en cambio, la capacidad adicional se ha quedado a cero ya que el aumento de la demanda también ha sido una sorpresa para la OPEP, y esto hace que en estos momentos no se pueda cubrir una demanda adicional aumentando la producción. En el caso de un mayor incremento de la demanda ésta se cubriría con el petróleo que se mantiene en inventarios, pero se da la circunstancia de que en estos momentos se encuentran a niveles históricamente bajos, con lo que el sistema quedaría aún más ajustado y continuaría la escalada de precios.
Las consecuencias para el precio del petróleo de un incidente en Arabia o Irán serían tan graves que justifican una prima en el precio de hoy
Hay que añadir además que durante este año y el anterior hemos sufrido diversos incidentes que han reducido la oferta temporalmente, como los huracanes en el golfo de México y otros incidentes en Irak, Nigeria, Noruega o Venezuela.
También ha contribuido a la subida de precios la situación en el sistema de refino de Estados Unidos, con una capacidad escasa dadas las bajas inversiones de los últimos años, y con recientes cambios en la regulación medioambiental que han provocado cuellos de botella en el sistema. Esto se puede ver reflejado en que el diferencial entre el barril West Texas (calidad que se utiliza para la gasolina en Estados Unidos) y el Brent se encuentra en máximos.
El precio actual del petróleo incluye una prima de riesgo que está relacionada con el equilibrio entre la oferta y la demanda futuras. Se puede discutir que la prima sea elevada o no, pero la existencia de una prima está plenamente justificada. Existen riesgos que pueden mermar la oferta futura. Algunos de ellos son especialmente relevantes. En el área del golfo Pérsico continúa la tensión bélica. Allí se encuentran los mayores productores del mundo y la mayor parte de las reservas mundiales. Aunque la posibilidad de un incidente en Arabia Saudí o en Irán sea hoy en día remota, las consecuencias para el precio del petróleo serían tan graves que justifican una prima en el precio de hoy.
En cuanto a la previsión futura, a muy corto plazo es posible que el precio baje hasta niveles de 40 dólares aproximadamente (barril de Brent) gracias a una recuperación de los inventarios, ya que la OPEP lleva un mes sobreproduciendo con la intención de construir inventario ante la llegada del invierno, durante el cual los riesgos volverán a ser al alza ya que la demanda global se incrementa en dos millones de barriles al día (o hasta tres si el invierno es más frío de lo normal), con una oferta limitada y con riesgos y unos inventarios bajos.
Durante la próxima primavera la demanda volverá a bajar y la OPEP habrá aumentado capacidad tal y como se ha comprometido. Entonces es posible que el precio pueda volver a bajar a precios en torno a 30 dólares por barril si la situación de las gasolinas o algún otro tipo de incidente de oferta o demanda no lo impide.
A muy largo plazo la clave está en que la OPEP mantenga la disciplina y una capacidad productiva no utilizada. Si esto se cumple, la OPEP será capaz de controlar el precio medio del petróleo absorbiendo las variaciones de la demanda y de la oferta de países no OPEP. En esta situación volveremos a precios más bajos que los actuales por término medio, pero aun así tendremos que afrontar precios históricamente más altos ya que la OPEP planea subir su precio objetivo a niveles de 30 dólares en su próxima reunión. Esto tendrá consecuencias económicas negativas, pero se estima que la economía global está ahora mejor preparada para absorber este coste.
Este es el escenario más razonable para el precio del petróleo, pero existen numerosas variables que amenazan la cohesión de la OPEP y que pueden provocar niveles más altos o más bajos, lo cual hace que sea muy difícil estimar el precio futuro del petróleo.